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Un momento de la representación en la plaza de Belluga, ayer por la tarde.
La Navidad termina en Belluga

La Navidad termina en Belluga

Cinco representaciones del Auto de Reyes Magos ponen el broche final a las fiestas navideñas

M. C. RAMÍREZ

Jueves, 7 de enero 2016, 00:32

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El fin de fiesta navideño se vive en varios puntos de Murcia con la representación del Auto Sacramental de los Reyes Magos. Se trata ésta de una obra de teatro de origen medieval que se lleva representando en España desde hace siglos cada seis de enero. Antes, cada rincón de la huerta de Murcia vivía con intensidad esta escenificación en la que participaban los vecinos. Ahora, solo cuatro pedanías la mantienen a duras penas. Contando con la de la ciudad, se representa en cinco puntos del término municipal. Ayer, a las seis de la tarde, bajo el telón de la fachada de la Catedral, se sacó a escena el Auto representado por la Asociación de Churra, de los más populares de Murcia. La plaza se abarrotó de nuevo de personas que vivieron los últimos coletazos de las fiestas navideñas después de la llegada de los Reyes.

El texto que se usa en Murcia, basado principalmente en el escrito por Fernández de Ávila en 1784, comenzó con el encuentro de Melchor, Gaspar y Baltasar, alertados por la estrella que les ha anunciado que ha nacido el Mesías. Aparecieron entonces en escena Jusepe y Rebeca, dos pastores que llevan el hilo conductor de la obra, narrando con un marcado acento de la huerta y ataviados con traje tradicional. El rey Herodes, que se ha enterado del nacimiento y, tras la tentación de Luzbel, vencido por San Miguel, decide acabar con todos los niños nacidos esos días. Dos soldados persiguen a Raquel con el fin de acabar con la vida de su bebé, y finalmente lo consiguen. La mujer, desgarrada por el dolor, pronunció un duro monólogo que se caracterizó por la dureza de la expresión de una madre que pierde a su hijo. Dos pequeños ángeles aparecieron entonces acompañando a la Virgen María, San José y el niño Jesús. Y llegaron los Reyes, con sus obsequios, regalando alabanzas a madre e hijo, cuyo llanto no logró acallar las voces de los Magos de Oriente, que terminaron postrándose a sus pies.

El argumento narra la epifanía del Señor y trata de dar sentido y significado a la Navidad. Era la forma en el siglo XVI de que la gente, analfabeta en su mayoría, entendiera los misterios del nacimiento de Jesús y supiera la razón de ser de los Reyes Magos y de todo lo que envuelve a la fiesta.

En Churra y Patiño

Esta obra de teatro se representa en la ciudad entre los días 5 y 6 de enero. Aunque cada año suele haber alguna baja, en esta ocasión los murcianos han podido disfrutar de cuatro representaciones. La primera fue en Churra, el martes por la tarde, en la plaza de la Iglesia. Se trata de una de las representaciones más populares por su éxito de público y su nivel y equilibrio en la puesta en escena. A las nueve de la noche comenzó en Patiño, en el centro municipal, el auto que pone en escena la Hermandad de las Benditas Ánimas, dirigida por Francisco Nicolás. La cita cambió de sitio y de día, pues lo habitual era que se hiciera en la mañana del 6 de enero en la plaza de la Iglesia. En Patiño se recuperó la representación hace un par de años gracias al empeño de los vecinos del pueblo con el objetivo de rendir homenaje a uno de sus mayores impulsores, el Patiñero, fallecido hace unos años.

En la mañana del 6, Casillas vio cómo una veintena de miembros de la peña huertana La Menta sacaba a escena un Auto que llevaba cinco años sin subir al escenario. Y a las once comenzaba en el Rincón de Beniscornia la obra que se representa en años alternos en la pedanía, con la suerte de que este 2016 tocaba salir. A las seis de la tarde empezó el auto de Belluga, el más multitudinario y con la puesta en escena más ambiciosa. Representado por la Asociación de Churra, es la representación oficial del Ayuntamiento que cada año ven cientos de personas. Una plaza llena recibió a los actores aficionados que, como siempre, dieron cuenta de una gran profesionalidad.

Lejos queda esa época en la que la huerta contaba con cerca de 40 representaciones en diferentes puntos. Este año la baja fue en Javalí Nuevo, que volvió a quedarse sin Auto después de haberlo recuperado hace tres años. Los organizadores se quejan de falta de apoyo institucional, poco interés por parte de los jóvenes y mucho esfuerzo por sacar adelante algo que tiene que competir con otras ofertas de ocio. Solo en Churra son optimistas, pero su situación es diferente porque pueden sacar el Auto en su pedanía gracias a que al Ayuntamiento les encarga el de Belluga.

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