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La madre de la Reina Letizia, Paloma Rocasolano (c) y su abuelo materno, el nonagenario Francisco Rocasolano
La familia de la reina Letizia

La familia de la reina Letizia

Paloma Rocasolano será el pilar fundamental de doña Letizia, como Irene de Grecia lo fue para doña Sofía

Gloria Salgado

Viernes, 20 de junio 2014, 00:24

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Bautizado como el «abuelo taxista» de doña Letizia, Francisco Rocasolano se convirtió en el improvisado portavoz de su nieta al desvelarse su compromiso el 1 de noviembre de 2003 con el entonces Príncipe de Asturias. Su espontaneidad, de la que volvió a hacer gala al anunciarse el primer embarazo de la periodista, era el principal rasgo de una familia anónima de clase media que se vio sobrepasada por el emparentamiento con la Casa Real. Ayer de nuevo, más mayor, viudo de Enriqueta, Francisco vivió otro gran día de su nieta desde la tribuna de invitados del Congreso. Ahora es el abuelo de la Reina de España.

Él y su hija Paloma son los únicos que no se han visto salpicados por los escándalos que han sacudido a los Ortiz-Rocasolano. La discreta y siempre sonriente madre de doña Letizia es el pilar fundamental de la nueva Reina, como lo fue Irene de Grecia para su hermana Sofía. Doña Letizia confía el ciudado de sus hijas, Leonor y Sofía, a su madre, enfermera de profesión, cuando tiene que asusentarse. La también sindicalista sigue viviendo en un piso de 37 metros cuadrados en el centro de la capital y se desplaza en transporte público, aunque ahora será más habitual verla en el denominado pabellón del Príncipe, la casa de los Reyes de España.

Su exmarido, Jesús Ortiz, fue el primero de la familia que habló en público de su hija al conocerse su relación con don Felipe, aunque tardó poco en cansarse de los periodistas, gremio del que forma parte. Protagonizó una de las situaciones más embarazosas para doña Letizia al ser imputado junto a su hermana Henar y su madre, Menchu Álvarez del Valle, por un delito de alzamiento de bienes. Precisamente fue la abuela Menchu, locutora de radio en Asturias durante más de 40 años, quien contagió su amor por el periodismo a la Reina, con la que pasaba largos ratos en su infancia. Menchu y su esposo, ya fallecido, José Luis Ortiz, fueron fotografiados con los Príncipes en numerosas ocasiones en su casa en Asturias en los primeros años de matrimonio, mientras que los abuelos maternos, Enriqueta Rodríguez, fallecida hace seis años, y Francisco Rocasolano prefirieron en todo momento mantenerse en un discreto segundo plano.

Junto a los padres de Letizia, sus dos hermanas fueron las que más sufrieron la presión mediática. La mayor, Telma, fue la que se mostró más arisca con los medios de comunicación desde que saltase a la fama pese a ser la que tenía más fácil pasar desapercibida al trabajar en el extranjero para una ONG. Hasta tal punto llegó su fobia que interpuso una demanda contra 54 medios de comunicación por acoso, acción que fue desestimada por el juez, que obligó a la demandante a pagar las costas legales a cada medio. Pese a que se declaró insolvente, tuvo que abonar la cantidad acordada. Divorciada de Enrique Marín-Llop, padre de su hija, se casó con el empresario Jaime del Burgo, testigo de la boda de los Reyes, con el que mantiene una relación intermitente.

'Adios, Princesa'

Peor suerte corrió la menor de las hermanas, Érika, que se suicidó en febrero de 2007, cuando tenía 31 años. Fue el golpe más duro para la Reina, embarazada en ese momento de seis meses de su segunda hija. Divorciada del padre de su hija, Antonio Vigo, se vio inmersa en una depresión de la que no logró salir pese a que parecía haber recuperado la ilusión con Roberto Grecia, con el que trabajaba en una productora.

El trágico suceso fue aprovechado por el primo hermano y exabogado de la Reina, David Rocasolano, para publicar en 2013 un polémico libro llamado 'Adiós, Princesa'. «La historia de mi familia, hasta ahora, solo ha sido contada de arriba abajo, con todo su glamour y su mentira. Ahora yo voy a contarla de abajo a arriba», rezaba la contraportada de la obra.

Tampoco es un ejemplo de discreción Henar Ortiz, que se autodefine como la tía «laica, roja y republicana» de doña Letizia. A Henar le faltó tiempo para darse a conocer cuando vio que estaba en un segundo plano. Si al poco de conocerse el compromiso con don Felipe afirmó que su sobrina era republicana, al anunciarse la abdicación del rey Juan Carlos inició una cruzada contra la Monarquía en las redes sociales. Pero, pese a su predicción antimonárquica, Letizia se ha convertido en Reina.

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