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Momento en el que Felipe González firma el Tratado de Adhesión.
30 años del sueño europeo

30 años del sueño europeo

La entrada en el club europeísta permitió a España acelerar su paso a la modernidad, fortalecer su economía y adquirir una mayor relevancia en el escenario internacional

María Eugenia Alonso

Sábado, 13 de junio 2015, 07:37

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Un 12 de junio de hace ahora 30 años, España firmaba el Tratado de Adhesión a las Comunidades Europeas. Lo hacía junto con su vecino Portugal, en un tratado común negociado particularmente y firmado en el Palacio Real de Madrid. Corría el año 1985 y España era una jovencísima democracia que empezaba a despegar económicamente. Hoy es un Estado de derecho consolidado y rico, a pesar del debilitamiento producido por los embates de la crisis.

El documento permitió al país entrar de manera efectiva en el bloque comunitario a partir del 1 de enero de 1986, una fecha que traía novedades a la vida cotidiana de los españoles. Así se promocionaba la implantación del IVA, que sustituía a varios impuestos y del que entonces se pensaba que iba a abaratar los productos. La integración en Europa significaba liberalizar y ampliar mercados, pero también someterse a una avalancha de nuevos productos, fruto de una libre competencia que hacía temer una recesión inicial y la desaparición de algunos subsectores. Rápidamente España modernizó sus infraestructuras, se construyeron cerca de 14.000 kilómetros de autopistas, trenes de alta velocidad, aeropuertos, subterráneos urbanos y carreteras de circunvalación. Hubo también otras novedades: con el acuerdo Schengen se eliminaron las fronteras y en 2002 dijimos adiós a la peseta.

El carné del club europeo trajo enormes ayudas al desarrollo para el campo español con la Política Agraria Común (PAC). En los últimos siete años la PAC ha aportado 47.000 millones de euros, y hasta 2020 sumará otros 45.000 millones. En estas tres décadas, España ha recibido más de 150.000 millones de euros en fondos regionales. Con esa ayuda nuestra renta per cápita ha crecido veinte puntos hasta situarse en el 94% de la media europea. Es un gran avance para un país que aún tiene retos importantes. ¿El mayor? Reducir el paro, que supera ya el 23%, más del doble que la media de Europa.

"Durante este tiempo, la UE ha transformado España y España ha transformado a la UE", aseguró ayer el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien subrayó también que "no tendríamos la Unión que conocemos hoy sin la contribución de España".

El 'Plan Marshall' de España

Para el vicepresidente del Parlamento Europeo (PE), Ramón Luis Valcárcel sin la UE, España no sería hoy una de las grandes potencias europeas. "Ha sido el Plan Marshall que España nunca tuvo", reconoce. Asimismo, Valcárcel recuerda que el tratado de adhesión sirvió para devolver a España al corazón de Europa y que en estas tres décadas el país ha conseguido doblar el valor de su PIB. Ha supuesto avances importantísimos en la modernización de los españoles, el respeto de los derechos de igualdad y otros valores, la protección de sus ciudadanos y consumidores, añade el vicepresidente.

La líder del PSOE en la Eurocámara, Iratxe García, defiende que la adhesión supuso la posibilidad de una convergencia económica con el resto de países de la UE. Significó la conquista de los sueños y los anhelos de los españoles por formar parte de un club democrático y un espacio de libertades y desarrollo económico y social", puntualiza la socialista. Aunque García reconoce que el proyecto de Europa se ha construido con mucho esfuerzo pero con muchos beneficios para nuestros ciudadanos", advierte de que "en los últimos años ha crecido la desafección" por las políticas de ajustes y reformas dictadas por Bruselas. Hemos perdido la oportunidad de explicar que Europa es más que un cajero donde sacar dinero, dice.

La eurodiputada del PP, Pilar del Castillo, por su parte, apunta que la entrada en el club europeísta supuso "hacer realidad un anhelo de la sociedad española de entrar en un ámbito de libertad y democracia". "Fue una vía de consolidar la democracia todavía en un período difícil", reconoce la popular.

Éxito inacabado

Críticos con esas tres décadas de pertenencia de España a la UE y sus consecuencias se han mostrado desde Podemos. El balance de estos años es agridulce, reconoce su europarlamentario Miguel Urbán. Hemos hecho muchos sacrificios por estar en Europa, asegura. Más que adaptarnos nosotros a una sociedad del bienestar europea y transmitir nuestra precariedad al conjunto de Europa hemos visto que no ha habido una equiparación de derechos por arriba sino por abajo, critica el miembro de Podemos, que defiende que habría que preguntar a los ciudadanos qué Europa quieren.

Josu Juaristi, de EH Bildu, tampoco cree que el balance haya sido bueno. "Queremos otra Europa diferente, que piense en las personas, que sea más democrática, y lamentablemente los sucesivos gobiernos en el Estado español no nos han acercado a ello", defiende el europarlamentario.

Aunque estas tres décadas de sueño europeo han sido un éxito "no todos los deseos se han cumplido, ni todas las promesas", reconoció el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, esta semana en Estrasburgo. Derrotada la dictadura, se han producido grandes avances en el Estado de bienestar, sin embargo, recordó el alemán, hay que "seguir luchando para que las secuelas de la crisis sean lo menos duras posibles".

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