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Salvador Hernández (c), el exorcista de la Diócesis, poco antes de impartir su conferencia en Yecla sobre su ministerio.
El guardián de las almas

El guardián de las almas

Salvador Hernández, el exorcista oficial de la Diócesis de Cartagena, explica con toda naturalidad que los ángeles caídos cada vez poseen a más personas

CARMEN ORTÍN

Lunes, 28 de julio 2014, 00:30

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Han pasado apenas unas semanas desde que la Congregación para el Clero del Vaticano reconoció jurídicamente a la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE). Fundada por Gabriele Amorth, uno de los exorcistas más célebres del mundo en la década de los años 80, sus estatutos fueron aprobados por la curia romana, concediéndole personalidad jurídica de asociación internacional de fieles, conforme al Derecho Canónico. La AIE se creó con el fin principal de reunirse para compartir experiencias y reflexiones, para poder ayudar de una forma eficaz a las personas que acudían a ellos.

Actualmente, la AIE cuenta con cerca de 250 exorcistas -30 de ellos en España-, presentes en a su vez en otros 29 países. El sacerdote Salvador Hernández Ramón es el exorcista oficial de la Diócesis de Cartagena. Un hombre alegre, vital e irónico, que habla de su ministerio con una naturalidad y sencillez, sin aspavientos. Este presbítero murciano suele ser invitado a ofrecer conferencias por distintos puntos de la Región y fuera de ella. En Yecla ofreció la charla titulada «Sobre la influencia del demonio en la sociedad actual», organizada por la basílica de La Purísima.

Su comparecencia levantó tanto interés que el auditorio municipal se quedó pequeño para acoger a un público interesado en el exorcismo, el demonio, los ángeles caídos y los espíritus malignos.

El sacerdote murciano lleva casi 30 años ejerciendo de exorcista, cuando inició su pastoral de sacerdote visitando centros penitenciarios, en donde se encontró con chicos muy enganchados en el mundo del espiritismo que incluso habían alcanzado pactos satánicos. Salvador Hernández afirma que siempre han existido los demonios o ángeles caídos y se siente orgulloso de poder realizar estas liberaciones en personas poseídas. Considera que en la era moderna actual «no hay que ignorar que han existido y existen los ángeles caídos o espíritus malignos, y es muy importante estar bien informado sobre estos temas».

«La gente ha de tener buena información, porque la imagen que se tiene de los exorcistas y de las personas poseídas por los ángeles caídos está muy distorsionada», señala el sacerdote murciano, nacido en Molina de Segura y que en la actualidad ejerce su vocación en Corvera. «El exorcismo es una pastoral ignorada y vilipendiada, la cenicienta de los ministerios religiosos, porque no se le ha tenido muy en cuenta», añade. Y considera que en los tiempos actuales se ha abandonado mucho la fe y cada vez son más las personas que están poseídas por estos ángeles caídos y que «son incapaces de reír y de contagiar nada positivo, cuando Dios es amor y alegría. Todo en ellos es maldad y odio».

Advertencia a la sociedad

También deja clara una advertencia a la sociedad actual, que «confunde muchas cosas y está cayendo en las redes de las prácticas de brujerías, juegos esotéricos como la ouija o acudir a modas importadas como el Halloween, por lo que se tiene que ofrecer una muy buena información, para evitar que estas personas caigan en estas redes, que llegan a crear dependencia». Según explica el sacerdote murciano, los síntomas más claros de un poseído «son la maldad y el odio que sienten y la aversión a todo lo sagrado, contra Cristo o la Santa Iglesia. No poder ver imágenes sagradas, además de ser incapaces de entrar a un templo».

Por los conocimientos y la gran experiencia que Salvador Hernández tiene en el tema en cuestión, «las personas que tienen influencias menores empiezan por no poder descansar bien. Tienen pesadillas y un odio visceral a todo lo sagrado. Las posesiones mayores experimentan una voz arcana que se desmiembra en otras voces de diferentes demonios e incluso llegan a hablar lenguas muertas o desconocidas».

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