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Luis Sánchez, con tres botellas de sus vinos.
«En nuestros vinos hay autenticidad y honestidad, sin más adornos»

«En nuestros vinos hay autenticidad y honestidad, sin más adornos»

Luis Sánchez, enólogo

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Sábado, 7 de julio 2018, 11:31

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No por casualidad se convirtió Luis Sánchez en el prestigioso enólogo que hoy dirige la nueva bodega Ribera del Juá, cuyo nombre homenajea a los primeros asentamientos que conformarían, con el paso de los siglos y los vinos, la actual Jumilla. Encarna a la quinta generación de jumillanos dedicados a la viticultura. Y junto a esa tradición, que ya mantiene impreso en el ADN el amor por la tierra y sus frutos, aúna una cuidada preparación intelectual, indispensable para impulsar este nuevo proyecto que ya ha recibido el aplauso de miles de amantes del vino.

-¿Por qué eligieron la denominación Ribera del Juá?

-La imagen de Bodegas Ribera del Juá es réplica de la fachada del palacio renacentista del siglo XVI, casa solar del mayorazgo de Pérez de los Cobos. El nombre y la marca pensamos que debían obedecer a nuestro origen, a Jumilla. Los primeros asentamientos que dieron origen a la población se situaron en la ribera del río Juá. Su nacimiento se localizaba en la Fuente del Cerco o de la Villa.

-¿Qué tipo de vinos realizarán con esta iniciativa?

-Desde nuestra cultura vitivinícola reivindicamos un proyecto sencillo y personal, dándole a la vinificación de las uvas un trato de respeto con métodos artesanos que, unido a las herramientas de control actuales, nos permita aproximar la identidad y expresión de aquellos vinos ricos, amables y amplios a los gustos actuales. Nuestro I+D+i lo entendemos y explicamos desde el concepto y desarrollo del C+R+T (Cariño+Respeto+Trabajo).

-¿Qué otras características adornan los vinos que están realizando?

-Me cuesta, pero esto puedo decirlo en dos palabras: autenticidad y honestidad, sin más adornos.

-¿Quiénes forman parte de este novedoso proyecto?

-Somos un pequeño grupo heterogéneo de amantes del vino con un denominador común: ilusión y ganas de disfrutar trabajando las uvas y los vinos para compartir con el mayor numero de personas. Somos unos locos enamorados del vino.

-Usted atesora una extensa experiencia de trabajo en enología y viticultura en varias denominaciones, ¿qué destacaría de la de Jumilla?

-Aún siendo recurrente, lo obvio y evidente: sus valores diferentes, su latitud y localización geográfica, las condiciones del clima, lo particular de sus suelos y, cómo no, lo singular de la variedad monastrell, que bien sola o complementada con syrah o cabernet sauvignon conjuga el mejor vino que abre los sentidos al 'me gusta' y emociona.

-¿Cuál cree que será el futuro de los vinos de Jumilla?

-Difícil y esperanzador. La marca y el producto han ganado muchos enteros en la ultima década y media en los mercados exteriores. Los vinos reúnen valor más que suficiente... El saber hacer está cada vez más claro. La asignatura pendiente, sobre todo en el mercado interior, sigue siendo el hacer saber. Hay que comunicar el valor de lo nuestro, de lo diferente.

-¿Cuál cree que debe ser la condición de un buen o gran vino?

-Su mejor expresión de autenticidad, aún desde la sencillez. Un gran vino es fruto de una fruta: las uvas que facilitan su origen. Su adecuación al mejor momento de su madurez ayudará a transmitir la identidad y diferenciación varietal y ofrecer el mejor estilo de la zona. No perseguir esto y buscar alternativas nos sitúa en un producto generalista o de moda, válido para el corto plazo, pero difícil de mantener en valor a futuro.

-¿Considera que los murcianos saben apreciar el buen vino?

-Como cualquier grupo de población, tienen sentidos y sensibilidades, saben lo que les gusta y lo que no. Basta tan solo con considerar la riqueza vinícola y gastronómica del entorno, elegir el vino y el momento para compartirlo y disfrutar.

-¿Cuál o cuáles han sido los mejores vinos que usted ha probado?

-¡Vaya! Son tantos en casi cuarenta años de dedicación y disfrute que no es sencillo ni prudente. España es un país para comérselo y bebérselo, el mayor viñedo del mundo. En este tiempo he asistido a un avance espectacular en la calidad, riqueza y afirmación de personalidad de sus vinos. Experimentar degustándolos resulta muy satisfactorio.

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