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¿Por qué no viene Tejerina a Murcia?

Bitácora ·

La ministra no pisó ayer la Región, mientras que su compañero Íñigo de la Serna vino cuatro veces para dar la cara por el soterramiento

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Martes, 27 de marzo 2018, 03:53

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En los ámbitos menos complacientes del Gobierno y del PP regional ya no disimulan su desazón por la ausencia de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que no se decide a pisar la Región de Murcia después de que pasara por Lorca en 2015. Ayer estuvo en Elche y Torrevieja, pero no se atrevió a entrar en ‘territorio comanche’. No obstante, se llevó la bronca de los regantes del Trasvase, junto a su directora general del Agua, Liana Ardiles. Lamentan -populares y regantes- que la ministra del agua no haga lo mismo que su compañero de gabinete, el titular de Fomento Íñigo de la Serna, que ha visitado la Región en cuatro ocasiones teniendo la patata caliente del soterramiento de las vías, reuniéndose incluso con los miembros de la Plataforma. El Ministerio cree que el sector no agradece sus esfuerzos para paliar la falta de agua, cuando la realidad es que el PP no se enfrenta al problema. No lo hizo con cuatro años de mayoría absoluta, y ahora menos todavía. Rodríguez Zapatero fulminó el Trasvase del Ebro a los tres meses de llegar al Gobierno para pagar favores políticos, y Mariano Rajoy no se atrevió a recuperarlo en toda la legislatura, pese a sus promesas. Así estaba ayer el Ebro: desaguando 64 hectómetros -cada día- en la desembocadura. Que tomen nota Zapatero y Rajoy.

En cuanto al Trasvase del Tajo, el Ministerio no le hace ningún favor a la Región de Murcia, Alicante y Almería reabriendo el acueducto porque debe limitarse a cumplir la ley. Solo faltaría que hubiera que pedírselo. Si unos y otros hubieran hecho los deberes en estos años, no tendríamos que asistir al lamentable choque entre el Levante y Castilla-La Mancha a cuenta de los trasvases.

El PSOE arremete contra Miras. 7,5 millones del soterramiento para tapar gastos de sanidad

El Gobierno regional desvió en diciembre 7,5 millones de euros destinados al proyecto del soterramiento del AVE en Murcia para tapar agujeros de gastos en el Servicio Murciano de Salud. Se hizo a cargo de los Presupuestos del año pasado, y correspondía a la asignación de la Consejería de Fomento para dichas obras, concretamente para el tramo de Santiago el Mayor. Así figura en una documentación remitida a la Asamblea Regional por parte de la Intervención General. La Consejería de Hacienda apuntó ayer que esa modificación de crédito no afecta a los presupuestos de la Comunidad de este año, en los que se han consignado 30 millones de euros para diversas fases del soterramiento. Lógicamente, parte de aquellos no se gastaron en ejercicios anteriores.

El secretario general del PSRM, Diego Conesa, manifestó que esta transferencia de crédito «solo demuestra la falta de compromiso del Gobierno regional con el soterramiento. Es una prueba más de la falta de planificación y transparencia del Ejecutivo de López Miras, y demuestra la completa falsedad por parte del Gobierno regional, cuyo apoyo al soterramiento es mero postureo», concluyó.

Malestar empresarial. Menos mal que el Puerto iba bien...

En ciertos ámbitos del empresariado -y de otros sectores- no ha sentado bien que se utilice el Puerto de Cartagena como moneda de cambio para las movidas políticas. Y si se acomete el relevo, que sea con otros criterios. Llama la atención que Mariano Rajoy le echara flores al crecimiento del Puerto de Cartagena, cuando dijo el pasado 27 de diciembre que iba a reeditar un año histórico con un tráfico de más de 35 millones de toneladas y un 10% de incremento. Es el primer puerto en rentabilidad y el sexto en resultados, añadió. Sin embargo, tres meses después llega López Miras y se cepilla a Antonio Sevilla. Es lo mismo que decir que se tiene plena confianza en los consejeros, y luego hacer un ajuste de Gobierno. Comentan que el presidente lo lleva en la cabeza. Para después de Semana Santa. En política ya se sabe: que tus jefes te pongan por las nubes -buen rollito y todo eso- no parece una buena señal.

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