Un SOS por las 'Vacaciones en paz'

«Creemos que es por la crisis, que hay muchas familias que todavía no se han recuperado. Pero también es cierto que no hay ayudas como en otros sitios. Hay municipios colaboradores como Lorca, Murcia, Cartagena y Molina de Segura, y solo con que cada ayuntamiento se involucrara pagando el pasaje de los niños que van a acoger durante esos dos meses todo sería más fácil y en lugar de 65 niños vendrían muchos más». Fátima concreta que la colaboración sería para financiar el vuelo chárter de Air Algerie con la intención de que cada familia no tenga que verse obligada a asumir los 500 euros del viaje.

Los interesados pueden contactar con la asociación Sonrisa Saharaui.

La cooperación con los campamentos saharauis se ha reducido a la mínima expresión por la crisis, pero ni la mejoría económica de la que presume el Gobierno ha servido para que haya nuevas vías de colaboración. La delegada del Frente Polisario, el gobierno de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, agradece que la Región de Murcia no haya olvidado esta causa, pero se siente dolida porque no haya más implicación por parte de las autoridades para poner en marcha iniciativas de cooperación directa en los campamentos. «Es que no hay ningún proyecto en este momento, y la solidaridad es fundamental para nuestra supervivencia, ya sea apoyando el programa de 'Vacaciones en paz' o en las caravanas o impulsando iniciativas conjuntas».

La población saharaui en la Región ronda las 300 personas, según la delegación, que acaba de dejar en el puerto de Alicante la última caravana con ayuda humanitaria (medicinas, alimentos y productos para la agricultura). «Las necesidades que hay son todas las que te puedas imaginar, desde material escolar a equipamientos sanitarios y alimentos. Hemos enviado tres furgonetas donadas por la Consejería de Presidencia y otras dos del Ayuntamiento de Lorca, que siempre nos apoya. De hecho, una empresa nos donó semillas para tres años», destaca. Fátima explica que otras comunidades autónomas como Extremadura pusieron en marcha huertos y donaron 200.000 euros en alimentos, que luego son distribuidos por el Ministerio de Alimentación «en función de las necesidades». La delegación murciana confía en que a nivel político se reactiven las reclamaciones para el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas «para poder vivir un día en un Sáhara libre».