Indemnización récord de 1,2 millones a los padres de un bebé con malformaciones
La Justicia condena al ginecólogo por no detectar el problema y establece la compensación millonaria apelando a la empatía con el dolor de los padres
J. P. PARRA
Sábado, 26 de octubre 2013, 12:33
La Audiencia Provincial de Madrid ha fijado una indemnización récord de 1,2 millones de euros para los padres de una niña que nació en el Hospital Los Arcos del Mar Menor con graves malformaciones que no fueron detectadas por las ecografías. El tribunal ha aumentado en más de medio millón de euros la compensación que en su día fijó un juzgado de primera instancia, que condenó por mala praxis al ginecólogo que atendió a la familia en su consulta privada y también en Los Arcos.
La asociación Defensor del Paciente, que ha llevado el caso, acudió a los tribunales madrileños porque la aseguradora del médico tiene su sede en la capital, pero la negligencia se produjo en la Región y los padres afectados son murcianos.
La niña corresponde a las iniciales M. T. Q. y nació el 6 de marzo de 2009 con gravísimas malformaciones que la familia prefiere no especificar. Los padres tuvieron que dejar su trabajo para atender a la pequeña. Ya el juzgado de instrucción censuró en su sentencia al médico por haber realizado en la semana 18 de gestación la ecografía que según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia debe hacerse entre la semana 20 y la 22. Además, el magistrado lamentó «la falta de cualificación profesional» del ginecólogo «para efectuar ecografías de diagnóstico prenatal».
Ahora, la Audiencia Provincial no solo respalda el fallo del juzgado de primera instancia, sino que incrementa la indemnización prevista hasta los 1,2 millones de euros. Para explicar su decisión, el tribunal subraya que «es preciso acudir en primer lugar a la empatía (colocándose lo más cerca posible de la situación de los padres demandantes y de la niña a quienes éstos representan) y a la experiencia (representando mentalmente las circunstancias normales de una vida de dedicación plena a una hija deforme y enferma)». La Audiencia señala que «la situación de los demandantes se puede sintetizar en sufrimiento y dedicación», ya que «son portadores del sufrimiento moral y anímico de contemplar día tras día el cuerpo deforme de su hija, y por otro lado, se ven impulsados a entregar a su hija diariamente su tiempo y dedicación, sacrificando incluso el propio trabajo u oficio». Además, todo ello se produce «durante un tiempo que no es calculable, pues no se ha ofrecido un límite de supervivencia de este tipo de personas». En otro momento de la sentencia sí se señala sin embargo que hay «un horizonte temporal estimado de veinte años».
«El dolor de la propia hija»
Del fallo judicial se deduce que la niña padece exclusivamente malformaciones físicas y no una discapacidad psíquica. «Estimamos que debe compensarse, en primer lugar, el dolor de la propia hija, que va a ser consciente de sus malformaciones y disfunciones a lo largo de su vida». Junto a ese dolor «debe compensarse también la dedicación diaria de los padres, así como su sufrimiento permanente».
La Audiencia rechaza los argumentos de la aseguradora, que había pedido una reducción de la indemnización impuesta por el juzgado de primera instancia al considera «excesiva» la cantidad fijada en su día, y respalda por el contrario los argumentos de Ignacio Martínez, abogado de la asociación Defensor del Paciente que ha representado a los padres.
«La familia se felicita de que en este caso se haya hecho justicia y que, al menos, la indemnización suponga una solución para su manutención durante los próximos años ante el reto al que se enfrentan», destaca el abogado.