Ataviado con la segunda entrega de la serie de camisetas 'protesta' que piensa lucir los próximos días en la Asamblea, el portavoz del Grupo Parlamentario Mixto y diputado de IU, José Antonio Pujante, derramó sobre el Hemiciclo todas las dosis de acidez, ironía y sarcasmo que acumuló escuchando el martes al presidente de la Comunidad, al que se refirió como el «gran mago con una chistera más grande que un agujero cósmico negro». El polo, en el que se podía leer 'Por una ley electoral justa y democrática. Un ciudadano, un voto', mereció los reproches del presidente de la Comunidad y del portavoz del PP, que calificaron la prenda de poco apropiada para la solemnidad de la Asamblea. La contrarréplica tiró con bala: «Es más digna mi camiseta que los trajes solemnes que otros en comunidades vecinas llevan relacionados con la trama Gürtel».
Tras una breve mención al Movimiento 15M -«se debe contar con ellos, escuchar sus demandas y críticas- Pujante se sumó a la propuesta de García Retegui de crear una comisión especial para la recuperación de Lorca, y exigió mayor vigilancia sobre «la especulación que se está desarrollando sobre los alquileres y promoción de viviendas y abusos, y la falta de transparencia en la gestión de recursos económicos».
El aumento de la pobreza, el fracaso escolar y las críticas a un modelo productivo que «ya no da más de sí y se ha hundido» centraron buena parte del discurso de Pujante, que lanzó duros reproches a la Ucam, «un chiringuito nada divino. Visitar al Papa-dijo- no puede conllevar la concesión de créditos académicos en una titulación». Sobre la ley de la autoridad del profesor, Pujante se preguntó si Valcárcel «piensa darle una vara de membrillo a cada maestro para que resuelvan los contenciosos con cada alumnos». El diputado de IU avaló sus críticas a la degradación del litoral y al fracaso escolar con informes del Consejo Económico y Social, y puso todas las objeciones a proyectos como el aeropuerto de Corvera y el parque Paramount, un proyecto «claramente especulativo. De eso estoy plenamente convencido».