El Gordo sonríe de nuevo a Molina

La suerte es un ente intangible, algo que todo el mundo anhela, pero que muchas veces se escapa, zigzagueante, de las manos. Sin embargo, en el día de ayer, el camino de la suerte llevó a Molina de Segura, donde se vivieron momentos de inmensa alegría y sonrisas. Y es que Papá Noel ha llegado antes a esta ciudad de la Región, donde ya cayó El Gordo en 2001, entre los trabajadores de la empresa Artemur. Pero este Papá Noel no vive en el Polo Norte, ni se rodea de elfos que le ayudan a empaquetar los regalos, ni lleva una larga barba blanca. Tampoco viste de rojo. Este Papá Noel, que trajo el bonito número 79250, tiene nombre y apellidos: José Luis Palazón Cano, un empleado de El Corte Inglés que tiene una empresa de muebles en Alicante y que para regalar y vender a familia y amigos, adquirió en esa ciudad 50 décimos. El resultado ha sido la nada desdeñable cifra de 15 millones de euros.

Unos millones que impregnaban de alegría la Cervecería Paquito, que se encuentra en la calle Enrique Bernal de la ciudad molinense. En este bar, más de 10 amigos, entre los que se encontraba José Luis, el 'mago' de los millones, se encontraban desyunando y viendo el sorteo. «Al principio pensábamos que nos faltaba un número, que no era el nuestro. Hasta 20 minutos después, que lo hemos comprobado, no hemos empezado a celebrarlo», explica Miguel.

Y entre los que lo celebraban estaba José Antonio López, que jugó cinco décimos al 79250 y que se embolsará 1,5 millones de euros. «Todavía no me creo lo que me ha pasado. Lo voy a invertir todo en viajes por todo el mundo». José Antonio explica que estaba trabajando y sus amigos le llamaron. «Me dijeron que viniera para acá a tomarme una cerveza. Cuando llego me dicen que nos ha tocado», dice José, que explicaba, mientras abrazaba y apretaba manos sin parar, que estaba «en las nubes». Otra de las agraciadas es de esas personas que tienen estrella. Loli conoce esa sensación de alegría, ese hormigueo en el estómago. Este es el segundo Gordo de Navidad que le toca. El primero fue el de 1993, que compró en El Campello, también en Alicante. «Voy a hacer un crucero por el Mediterráneo, pero sobre todo lo voy a utilizar para ayudar a mis hijos, que están casados y tienen hipotecas», explicaba Loli que, radiante, aseguraba que es «afortunada en el juego, en el amor y en la familia»

Brindis y Play Station 3

La Cervecería Paquito, a las dos de la tarde, era un tintineo de copas de champán y de abrazos efusivos. La pregunta que más se repetía era: «¿Es que te ha 'tocao'?». La alegría se multiplicaba de padres a hijos y de hermanos a sobrinos. Miguel Manuel López está en el paro y El Gordo de Navidad ha sido un halo de vida. «Lo primero que he hecho es llamar a la familia. En la época que estamos esto me ha venido como anillo al dedo», afirmaba emocionado Miguel, quien asegura que este año «Papá Noel va a venir bien gordo».

Y es que en estas fiestas,una ayuda nunca viene mal y más si viene en forma de Gordo de Navidad. «Este año no tenía dinero para comprarle a mis dos hijos pequeños la Play Station 3, que era lo que más querían. Gracias a esto, van a poder disfrutar con la consola», explica Vicente, que es camarero en un bar de Molina de Segura.

Otros usarán este regalo caído del cielo para que los hijos se independicen. Maruja explica que con el dinero va a ayudar a sus hijas «que se quieren casar». Mientras el reloj marcaba las 3 de la tarde, la plaza donde se encuentra el bar se iba quedando vacía y la alegría se trasladaba a las casas de estos molinenses, que ayer vivieron su día 'Gordo' del año.