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Una vecina de Totana pasea a su perro por un jardín de la localidad.
Por sus cacas los descubriréis

Por sus cacas los descubriréis

El Ayuntamiento de Totana es el segundo de la Región que estudia tomar muestras de ADN a los perros para identificar los excrementos abandonados en las calles y multar a los propietarios de las mascotas

Antonio Botías

Miércoles, 24 de agosto 2016, 01:29

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Como si fueran perseguidos por una especie de CSI perruno, los propietarios de mascotas que no respeten las ordenanzas de limpieza tienen los días contados. O, mejor escrito, tendrán las heces contadas. Y analizadas. Porque los responsables del Consistorio, hartos de recibir quejas vecinales y ante el mal estado de las calles, valoran estos días la curiosa posibilidad de tomar muestras de ADN a todos los perros, para luego poder identificar a los amos que no retiran sus inmundicias de la vía pública.

La medida, según fuentes municipales, se adopta «al objeto de acabar con el mal aspecto y suciedad de las calles». Se trata de una iniciativa de la Concejalía de Protección Animal y se debe, «en parte, al gran número de quejas de los vecinos por este asunto». El Consistorio se suma así a esta iniciativa que ya anunció en junio el Ayuntamiento de Cartagena, aunque todavía no la ha puesto en marcha.

Para al Consistorio, la implantación de este método no parece nada excepcional. De hecho, aseguraban ayer en un comunicado que «sería algo tan simple como obtener el ADN de los perros junto con la vacunación obligatoria, analizar las heces y detectar al animal y de este modo al dueño, que pagará la multa y el análisis».

Este proceso, denominado 'genotipado', ya se realiza en otras localidades españolas y cuesta entre 30 y 35 euros, aunque el Consistorio mantenga que «supera los 1.500 euros». Las mascotas podrán estar identificadas por su huella genética en una base de datos para identificar al dueño, quien también estará registrado «con sus datos personales».

Las ordenanzas actuales especifican que las mascotas deben tener su cartilla sanitaria al día, disponer de microchip e ir amarradas con correa. Y si se aprueba la iniciativa del ADN tendrán que incorporar también una chapa identificativa, sin cuya presencia sus propietarios se enfrentarán a una sanción.

El único problema, si tenemos en cuenta la experiencia de otros municipios donde ya funciona con éxito esta medida, es que los excrementos deben estar frescos para someterlos al análisis. Como máximo, deben tratarse antes de dos días después de ser abandonados. Así que, si mucho intentan correr los infractores para escapar de la multa, no menos tendrán que hacerlo los inspectores para imponerla.

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