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Vecinos de La Azohía, junto al ejemplar de calderón que apareció varado ayer en la playa a causa del temporal de viento.

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Vecinos de La Azohía, junto al ejemplar de calderón que apareció varado ayer en la playa a causa del temporal de viento. José María Rodríguez / AGM

El temporal de viento obliga a cerrar los puertos y causa daños en coches y casas

El fuerte oleaje deja varado un calderón en la playa cartagenera de La Azohía e impide la circulación por varias carreteras

Antonio López / y Rubén SERRANO

Cartagena

Martes, 12 de diciembre 2017, 03:16

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Árboles tumbados, ramas sobre coches, vallas publicitarias destrozadas, quioscos dañados, cornisas de edificios caídas, edificios con desperfectos, contenedores en medio de la carretera y hasta un ejemplar de calderón varado en la cartagenera playa de La Azohía. El paso por la Región de la intensa borrasca 'Ana' -la primera que recibe un nombre propio en España- dejó fuertes rachas de viento, de hasta 95 kilómetros por hora en algunos puntos -concretamente en la zona de Tentegorra- y numerosas complicaciones. Cartagena se llevó la peor parte de este temporal, que se dejó notar también en el resto de la Región pero con menos consecuencias que en la ciudad portuaria. Según explicaron fuentes de Emergencias, de los cerca de 200 percances a los que los efectivos tuvieron que dar respuesta hasta el mediodía, 150 se concentraron en la zona de Cartagena.

La ventisca que sopló en el litoral fue tan potente que obligó a las tres de la madrugada de ayer a cerrar el tráfico portuario durante diez horas. Los barcos amarrados tanto en los muelles de Santa Lucía como en los de Escombreras tuvieron que dejar de embarcar y desembarcar productos sobre las tres de la madrugada, debido a las olas de más de seis metros que se registraron. Eso provocó, además, que los barcos de la Cofradía de Pescadores no salieran a faenar.

Una de las imágenes más inusuales se vio en la playa de La Azohía, frente al centro de buceo Rivemar, donde quedó varado un ejemplar macho adulto de calderón común, de más de cinco metros de longitud y unos dos mil kilogramos de peso. El personal técnico del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Valle de Murcia se hizo cargo de él.

Cortes de tráfico en algunos viales de Cartagena

Una de las primeras zonas afectadas en Cartagena fue la carretera de Molinos Marfagones, la N-332. Allí, la caída de una palmera obligó a la Policía Local a cortar el tráfico, en los dos carriles de circulación, hasta que fue retirada.

Los vecinos del Ensanche amanecieron en la mañana de ayer con las calles cubiertas por una capa de hojas, contenedores y ramas, sobre todo en la avenida Reina Victoria, en la alameda de San Antón y en el paseo de Alfonso XIII. En estas dos zonas tuvieron que intervenir los operarios por el derrumbe de una palmera y un árbol. Un accidente más grave, aunque sin heridos, se produjo antes del mediodía en la calle Jorge Juan, a la altura del mesón El Galgo, donde dos vehículos quedaron parcialmente destrozados por otro árbol. También sucedió lo mismo en la Alameda, donde otro vehículo sufrió daños por la caída de una palmera.

Los barrios y diputaciones cartageneros tampoco se escaparon de las fuertes rachas de viento. En el de la Concepción, el temporal arrancó dos árboles en la plaza Adela García Moreno, provocó daños en las terrazas de algunos comercios y en el polideportivo y obligó a acordonar una zona de Pío XII. Además, la carretera de la Algameca tuvo que ser cortada al tráfico, sobre las once de la mañana, durante casi una hora, hasta que fue retirada una rama de grandes dimensiones que obstaculizaba la calzada

Un ciprés en medio de la calle del Parque, en Canteras, también impidió el paso de vehículos hacia Tentegorra, donde los restos de ramas y hojas secas estaban esparcidas por la explanada del Parque Rafael de la Cerda. De hecho, un pino destrozó el tejado y un par de mesas del quiosco que hay antes de la entrada.

Desprendimiento de cascotes en edificios del casco antiguo

En el casco antiguo de la ciudad portuaria, el despredimiento de cascotes obligó a acordonar una parte de la calle Real y el cruce de la calle Sor Francisca Armendáriz con San Diego. También se registraron incidencias por caída de parte de una cornisa en la calle del Carmen y de palmeras en el entorno del Palacio de Deportes, Eroski y en la Ronda Transversal. Además, varias de las vallas que delimitan el Monte Sacro se vinieron al suelo y la iglesia de los Padres Claretianos, en la calle Sagasta, tuvo que ser cerrada para revisar el techo tras el temporal.

Por su parte, los vecinos del Ensanche tuvieron que hacer sus compras en el centro comercial Cenit accediendo por la puerta lateral. Las persianas de la entrada principal estaban cerradas porque dos de las cuatro cristaleras se vinieron abajo y cayeron sobre un expositor. En la Avenida Víctor Beltrí cayó parte de un muro, que obstaculizó la circulación, aunque no hizo falta cortarla.

Varios edificios de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) también sufrieron daños. La incidencia más destacable fue el desprendimiento de una lámina de vidrio en el edificio anexo al Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), en la Facultad de Ciencias de la Empresa, y la caída de la claraboya del edificio I+D+I, ubicado en el campus Muralla del Mar. Además, en el centro Social y Deportivo se desprendió una puerta y la zona ajardinada del campus Alfonso XIII tuvo que ser acordonada por la caída de ramas de ficus y jacarandas.

Barcos encallados en las playas de La Isla y Las Delicias

Aunque la borrasca 'Ana' se cebó con Cartagena, también se registraron incidentes en otros puntos de la Región, principalmente del litoral. De acuerdo a los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en Mazarrón se alcanzaron rachas de 83 kilómetros por hora (km/h). Según informaron fuentes de Protección Civil, tres barcos acabaron varados en la arena en la playa de La Isla. En esa zona se registró la caída de una palmera, y en el Puerto acabaron en el suelo varias señales de tráfico. En San Javier y en Murcia la ventisca también se notó, aunque con algo menos de intensidad. Según fuentes de la Aemet, los vientos llegaron a los 76 km/h. En las zonas altas de Lorca -en la estación de Zarcilla de Ramos- soplaron rachas de 79 km/h y en Yecla llegaron a los 75 kilómetros por hora.

En Águilas dos veleros acabaron también sobre la arena en la playa de Las Delicias y en la escollera del club náutico, según precisaron fuentes de Cruz Roja y la Autoridad Portuaria. Otro tuvo que ser remolcado al puerto y un barco pesquero, sin tripulantes, terminó chocando contra unas rocas. Además, se desprendieron cornisas en la zona de Las Yucas y alguna palmera en La Colonia. En San Javier apenas se registraron incidencias a excepción de la caída de un gran árbol en el antiguo hostal Don Juan, en La Ribera.

Noroeste y Guadalentín

En Cehegín a las cinco de la madrugada de ayer comenzó a soplar el viento, amainando a primera hora de la mañana. La fuerza de las rachas y su ruido fue el despertador de muchos vecinos. Los daños fueron únicamente materiales. La fábrica de Cofrutos fue la más perjudicada por el desplome de una palmera que cayó sobre la verja de cierre de la industria, ocupando la acera y la zona de aparcamiento de la carretera de Murcia. En la Cuesta del Olivar, una pared fue derribada, dejando al descubierto el patio que cerraba en parte la casa vecina del colegio Conde de Campillos. Otras incidencias en Cehegín fueron la caída de algunas tejas y de un ciprés de considerable altura en la zona de La Pollera.

En Lorca, el Servicio Municipal de Emergencias permaneció toda la jornada en situación de prealerta. A primera hora de la mañana se recibió un aviso de que en el Camino Los Peñas, en la pedanía de Purias, se habían descolgado unos cables por efecto del viento. A lo largo de toda la jornada continuaron las llamadas de atención, sobre todo, por obstáculos en la vía pública. «Han caído muchas ramas en carreteras y caminos que se han retirado rápidamente. También se han tenido que eliminar de la vía pública numerosas vallas de obras que habían sido arrastradas por el viento. Igualmente, algún contenedor tuvo que ser reubicado», afirmó el concejal de Emergencias, Juan Miguel Bayonas López. En las alamedas permanecían ayer colocados los carteles que avisan de no recorrerlas en situación de fuertes vientos.

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