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Foto de los arañazos que Marta ha aportado a la Policía. Cedida
«Solo quiero justicia por el linchamiento que he sufrido»

«Solo quiero justicia por el linchamiento que he sufrido»

Un clan agrede a una monitora de un colegio de Alcantarilla porque el director castigó a dos de sus hijas por meter en un táper productos del comedor escolar

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Sábado, 14 de octubre 2017, 03:18

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«Me he sentido víctima de un linchamiento». Con esta dureza resumió Marta M. L. a la Policía Nacional la agresión que sufrió, el pasado lunes, en el colegio La Asunción de Alcantarilla. En su declaración en la comisaría, a la que ha tenido acceso 'La Verdad', esta monitora del servicio de comedor del centro narra con todo tipo de detalle cómo primero fue «escupida» por cinco miembros del clan de 'Los Madrileños', después fue tirada contra el suelo y empezó a recibir «patadas y puñetazos por todo el cuerpo», hasta que finalmente la agarraron por el pelo «para arrastrarme por todo el patio del centro».

Y todo ello sin que nadie ayudase a esta monitora, de 30 años. «Durante toda la agresión, la valla del perímetro del colegio estaba llena de gente, no auxiliando a la dicente en ningún momento». Solo dejó de recibir patadas y puñetazos gracias a que una limpiadora del centro, ubicado en el barrio de Campoamor, pidió ayuda a agentes de la Policía Nacional y Local.

El supuesto linchamiento a esta monitora, según la denuncia, se produjo después de que dos alumnas, que son hermanas, fuesen «castigadas» por el director de La Asunción. El motivo se debió a que «estaban guardando comida en un táper, incumpliendo así las normas». Las menores fueron castigadas en el comedor, pero se escaparon del colegio a buscar a sus familiares, miembros del clan de 'Los Madrileños'. Marta se encontraba en el patio cuidando de unos niños cuando regresaron al centro las dos alumnas, junto a una hermana embarazada de varios meses, el novio de esta y la matriarca del clan.

La víctima afirma que en la agresión también participaron las menores

Todos ellos comenzaron a preguntarle a la monitora por qué las niñas no podían llevarse comida en el táper, y cuando esta les dijo que no podían acceder al recinto, debido a que estaban visiblemente alterados, fue entonces cuando supuestamente empezaron a apalearla, «temiendo en todo momento por mi integridad física», expone la víctima en la denuncia. De hecho, tras ser asistida por sanitarios en el mismo centro fue trasladada al Hospital Virgen de la Arrixaca.

«Solo quiero justicia por el linchamiento que he sufrido», subrayaba ayer a este diario Marta. La agresión que sufrió durante media hora le ha causado arañazos, heridas en la boca, moratones en piernas y brazos, incluso debe llevar un collarín por las contracturas y la cervicalgia que padece. «Trabajo con niños gitanos, ecuatorianos, marroquíes... y todos me quieren, no tengo nada en contra de la comunidad gitana, pero voy a pedir una orden de alejamiento. Espero que, cuando vuelva a mi trabajo, esas niñas no estén allí y que se les abra un expediente disciplinario porque ellas también me pegaron».

Identificadas cuatro personas

La Consejería de Educación no ha precisado qué medidas disciplinarias adoptará contra las dos alumnas de Primaria y se limitó ayer a indicar que «la inspección educativa está al tanto de la situación y ha tomado las medidas pertinentes». Desde la Intersindical reclamaron a la Comunidad que «ponga los medios humanos y materiales para que estas situaciones no se vuelvan a producir». El único que ha movido ficha contra las hermanas es el colegio, retirándoles el derecho al servicio de comedor.

La víctima, la dirección del centro y la empresa de 'catering' han interpuesto una denuncia contra los miembros del clan. La Policía Nacional ya ha identificado a cuatro personas como los supuestos autores de un delito leve de lesiones. Se trata de la madre de las dos niñas y dos hermanas de estas, así como el novio de una de ellas. La agresión se resolverá en los juzgados, pero ambas escolares se librarán al ser inimputables. «Me siento humillada y vejada», se lamentaba Marta.

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