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josé manuel andrés
Jueves, 26 de marzo 2015, 19:00
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La encima PI3K regula el equilibrio entre la producción de los componentes bioquímicos celulares (anabolismo) y el gasto de nutrientes (catabolismo) de las células y favorece un proceso que puede inducir el crecimiento y multiplicación celular y, en última instancia, desarrollar el cáncer. Por ello, los expertos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) estudian desde hace tiempo sus efectos sobre el metabolismo.
Ante la función fisiológica de la encima PI3K, el equipo de Supresión Tumoral del CNIO, liderado por Manuel Serrano, decidió desviarse de su propósito oncológico inicial para analizar sus implicaciones en el equilibrio entre consumo y almacenamiento de nutrientes en el organismo. Para probar este efecto sobre el metabolismo, los científicos del CNIO administraron durante cinco y tres meses pequeñas dosis del inhibidor de la encima desarrollado, CNIO-PI3Ki, a ratones y monos obesos, todos ellos alimentados a base de una dieta rica en grasas.
Durante los primeros 50 días, los animales perdieron el 20% de su peso y en ese punto estabilizaron este indicativo, además de mejorar sus síntomas fisiológicos de diabetes (glucemia) y esteatosis hepática (hígado graso). Todo ello además sin efectos secundarios en los modelos animales, una gran novedad, ya que hasta ahora se han descubierto numerosos agentes farmacológicos que inducen la pérdida de peso, pero a costa de efectos tóxicos inaceptables.
El siguiente paso, una vez demostrados los efectos beneficiosos de CNIO-PI3Ki en ratones y monos obesos, es la realización de ensayos clínicos en humanos. "El salto de animales a humanos es complejo, caro y lleno de incertidumbres, pero tenemos que intentarlo", asegura Serrano, que se muestra optimista ante la posibilidad de establecer un acuerdo con alguna multinacional farmacéutica interesada en llevar a cabo estos ensayos clínicos para tratar la obesidad y el síndrome metabólico en humanos.
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