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Una mesa de Nochevieja.
Cómo vestir tu mesa de Nochevieja en cinco pasos: fácil y elegante

Cómo vestir tu mesa de Nochevieja en cinco pasos: fácil y elegante

'La Verdad' te trae los mejores trucos para dejar a tus comensales con la boca abierta mucho antes de empezar a cenar

la verdad

Jueves, 29 de diciembre 2016, 02:43

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Los amantes de la originalidad y de la cocina 'made in home' solo tienen una oportunidad al año para sorprender a sus comensales con este tipo de decoración. Vestir tu mesa de Nochevieja no es nada complicado, al revés, puede convertirse en un pasatiempo y un hobby muy excepcional. Está claro que no queremos una cena presidencial ni aspiramos a poner cristal de bohemia en nuestra mesa: no es difícil hacer de la mesa fin de año un lugar donde saquemos a pasear nuestro buen gusto y nuestra originalidad. Ahí van cinco consejos súper fáciles de seguir y que dejarán boquiabiertos a tus invitados:

Mantelería

Regla imprescindible número uno: el mantel tiene que ser de tela. Nada de manteles de papel y mucho menos de plástico, ¡horror! Donde esté un mantel de tela que se esfume todo lo demás. Y por supuesto: las servilletas tienen que ir a juego con el mantel. Estas sí te permitimos que sean de papel, ya que no todo el mundo tiene servilletas de tela a juego. Eso sí: cúrratelo y busca unas servilletas de papel con motivos navideños que combinen con el resto de tu mesa y que tengan los mismos colores que tus adornos.

Colores

Hay que aprenderse la regla básica de los colores navideños: hay dos grupos de colores, en el primero encontramos el dorado, el plata y el bronce; en el segundo, el rojo, el azul cobalto y el blanco. Acertarás con la combinación siempre que elijas un color del primer grupo y otro del segundo grupo indistintamente. Y si lo que quieres es atreverte con algo más sofisticado y rompedor, que se salga de los cánones establecidos, ¿qué te parece un morado oscuro? Los motivos morados de tu mesa combinarán a la perfección con el plata y el blanco.

Decoración

Seamos sinceros: la cantidad de platos que preparamos estos días no nos deja jugar demasiado con la decoración y no queremos acabar sentándonos en una mesa excesivamente recargada. Nuestro consejo es que no decores más allá de lo imprescindible, pero que hagas alarde de la cultura de los detalles. No lo llamemos decorar, digamos mejor que vamos a vestir una mesa detallista. Y un detalle que suele gustar mucho a nuestros comensales es que pongamos su nombre sobre su plato vacío. Hay miles de formas de hacerlo, pero se nos ocurren dos originales: pegando su inicial en su copa o con un pequeño letrero con su nombre que le dedique unas palabras personalizadas o deseos para el próximo año por la parte de atrás, a modo de tarjeta.

Cotillón para todos

De detalles va la cosa, ¿no? Pues un detalle que marca la diferencia entre una mesa excesivamente formal y esa que caracteriza una cena divertida en familia o con los amigos son los elementos de cotillón: un gorrito, matasuegras, collares de espumillón, trompetillas; cualquiera de ellos alegrarán la mesa y le darán ese toque festivo que necesita toda celebración de fin de año.

Flores frescas, velas y champán

Son los tres elementos que marcan en tu mesa la distinción de una cena de fin de año. Si optas por poner las flores en centros de mesa, te aconsejamos que no sean muy altos. Aunque nuestra recomendación es que una o dos flores den un toque natural a la mesa en un jarrón estrecho y alto. Recuerda que siempre se puede prescindir de los centros con unas buenas velas: al final no dejan de ser un engorro que nos roba demasiado espacio en la mesa. Y no te olvides: el champán no puede faltar.

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