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María Eugenia Alonso
Lunes, 19 de enero 2015, 00:41
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Han transcurrido 19 días del año nuevo. La cuesta de enero está en todo su esplendor y mientras tratamos de recuperarnos del microinfarto que nos provocaron esos lujos y regalitos decembrinos, nos damos cuenta que en menos de tres semanas que lleva el 2015, ya echamos por la borda varios de esos propósitos de año nuevo, y por si fuera poco, hace mucho frío ¡y es lunes!
Origen del día más gris
Cliff Arnalls asegura que mediante esta fórmula matemática
1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA
se puede explicar la convergencia entre parámetros sociales, meteorológicos o económicos, entre otros. En la que
- C = Clima
- D = Deudas adquiridas durante el período navideño
- d = dinero que se cobra en enero
- T = tiempo transcurrido desde el final de la Navidad
- I = período desde el último intento fallido de dejar un mal hábito
- M = motivaciones
- NA = necesidad de actuar para cambiar la vida
Esos son algunos de los motivos citados por un algoritmo creado en 2005 por el doctor Cliff Arnall para designar el tercer lunes del mes de enero como el Blue Monday o el día más triste del año. El estudio, catalogado de pseudociencia al utilizar variables imposibles de cuantificar y relacionar, fue financiado por la empresa Sky Travel, que aprovechó este "día triste" para lanzar una campaña de promoción de sus viajes.
Según el psicólogo de la Universidad de Cardiff, los niveles de motivación en esta época del año son bajos, debido a lo que se conoce como el efecto hibernación, por el cual la gente se siente aletargada, come de más y se siente decaída. Factores a los que también se podría añadir el no celebrar otro año más ningún premio de la lotería o el típico proceso gripal de invierno.
Aunque el mismo Arnall ha declarado que su fórmula no tiene sentido, es un hecho que todos estos factores influyen en el estado de ánimo de las personas pero no por ello confirman que todas esas situaciones convergen con más efecto durante un día concreto y que afecte a toda la población al mismo tiempo cada año.
Sin embargo, paralelamente se han ido creando diversas campañas para combatir los efectos depresivos que puede acarrear esta fecha, que para ser honestos, no dista mucho de cualquier otro lunes; y es que sea en Enero, Julio o Diciembre, un lunes es un lunes ¡y son terribles! Pero, no desesperen, el fenómeno tiene también su contrapartida. Piensen en el Happiest Day, el tercer lunes de junio y el más feliz del año, o eso dicen.
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