El Papa reconoce a la monja murciana María Séiquer Gaya las 'virtude s heroicas'

El Papa Francisco ha autorizado el reconocimiento de las 'virtudes heroicas' de la murciana María Seiquer Gayá, cofundadora de las Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, y de Prassede Fernández García, laica y madre de familia, según informó ayer la Santa Sede.

El consentimiento de Jorge Bergoglio a la Congregación para las Causas de los Santos para la publicación de estos decretos de reconocimiento se produjo el pasado sábado, durante una audiencia privada que mantuvo con el cardenal Angelo Amato, prefecto de esta congregación.

Seiquer Gaya nació en Murcia el 12 de abril de 1891 y murió el 17 de julio de 1975. Educada en las religiosas de Jesús María, contrae matrimonio con Ángel Romero, junto al que se entrega a servir a los pobres y gente mas necesitada. Tras la muerte de su marido, en 1936, siente la vocación y se dedica a la vida religiosa y funda, en 1936, junto con Madre Amalia, el Instituto de Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, que hoy está presente en siete países y fue aprobada el 7 de enero de 1975 por el Papa Pablo VI. Tras una penosa enfermedad, muere el 17 de julio de 1975. El 4 de febrero de 1989 se abre su proceso de canonización y, actualmente, está a la espera de la realización de algún milagro.

Por su parte, la asturiana Fernández García fue laica y madre de familia, y miembro de la tercera Orden del Santo Domingo. Nació en la aldea de Puente la Luisa el 21 de julio de 1886 y murió en Oviedo el 6 de octubre 1936. A partir de ahora, Séiquer Gaya y Fernández García recibirán el título de venerable, el primer paso hacia la canonización.

«Resistencias» en la Iglesia

Por otra parte, el Papa Francisco afirmó ayer que «las resistencias ahora se evidencian, pero para mí es un buen signo. Que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar las cosas; es muy sano (...). No estoy preocupado, me parece todo normal, porque sería anormal que no existieran puntos divergentes». El Pontífice, que ahora es noticia en su país al confirmarse que Darío Grandinetti le representará en la gran pantalla, en un filme contará también con los españoles Silvia Abascal y Carlos Hipólito, considera que «Dios es bueno conmigo, me da una sana dosis de inconsciencia. Voy haciendo lo que tengo que hacer. El IOR (banco vaticano) está funcionando fenómeno y lo de la economía (de la Iglesia) está yendo bien. No obstante, la reforma espiritual, la reforma del corazón, es lo que me preocupa más», apunta Bergoglio.

En esa línea, defiende «la integración» de los divorciados en la liturgia y quiere superar el trato discriminatorio que sufren, «como si fueran excomulgados de facto».

En respuesta a las reticencias que despierta su actitud más piadosa que condenatoria ante gays y lesbianas, aclaró que en el último sínodo de la familia «nadie habló de matrimonio homosexual». El debate, subrayó el Papa, se limitó a abordar la situación de un hogar con un hijo o hija homosexual, es decir, «cómo se ayuda a la familia a llevar esta situación un poco inédita».

A punto de cumplir 78 años, también confiesa que su reto más ambicioso -la remodelación de la Curia vaticana- no estará lista en 2015. «El proceso se va haciendo a pasitos».