Secciones
Servicios
Destacamos
EFE
Lunes, 24 de noviembre 2014, 00:49
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se postró ayer ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por los «escándalos» que han afectado a la Iglesia y aseguró en su homilía que «el mal es mal» y hay que «erradicarlo» decididamente si afecta a inocentes.
El prelado permaneció tumbado en el suelo durante varios minutos junto a otros religiosos y delante de los numerosos fieles que acudieron a la eucaristía. El gesto de Martínez, que según explicó él mismo solo se hace también al inicio de la liturgia de Viernes Santo, se produce a punto de cumplirse una semana desde que se conocieran los presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes de su Archidiócesis.
«Hay una misericordia infinita que perdona y nos encomendamos a ella cada vez que empezamos la eucaristía, pero hoy [por ayer] lo vamos a hacer de una manera especial, dada la herida que hemos vivido en esta semana», sentenció el arzobispo, que invitó al resto de presentes a arrodillarse ante el altar.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.