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Las 16 mujeres de Sonko

Las 16 mujeres de Sonko

Cuatro años en Austria le bastaron para acumular tres esposas, siete prometidas y cinco novias, a pesar de que ya estaba casado en su país, Gambia. Le pillaron por unas fotos en Facebook, la pesadilla de los polígamos

CARLOS BENITO

Viernes, 31 de octubre 2014, 12:26

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Sonja Maier estará preguntándose estos días por qué no hizo caso a su familia, con lo que le insistieron para que no se casara con Sonko Tijan o, por lo menos, para que no lo hiciera tan rápido. Pero el joven gambiano era un tipo muy convincente, un camelador prodigioso capaz de derribar cualquier defensa, y su novia austriaca ni siquiera intentó oponer ninguna: Sonja y Sonko se conocieron en un bar y, un mes después, ya eran marido y mujer, dispuestos a hacer realidad todas las promesas que se habían cruzado durante su idilio exprés.

De eso hacía ya un año y las cosas entre ellos seguían funcionando bien. Pero Sonja, embarazada, se topó un día en Facebook con una fotografía que la desconcertó: otra mujer austriaca posaba con un marido que se parecía muchísimo a Sonko. Como el apellido era el mismo, al principio Sonja se refugió en la idea de que su esposo le había ocultado por alguna razón la existencia de un hermano gemelo, pero después se resignó a aceptar lo que parecía más razonable. Se puso en contacto con la otra y, entre las dos, comprobaron que sus esposos eran la misma persona. Humano al fin y al cabo, Sonko nunca estaba con ambas a la vez.

Despechadas, las dos mujeres acudieron a la Policía, que detuvo al presunto bígamo el 2 de octubre, en pleno aeropuerto de Viena, cuando regresaba de un viaje a Gambia. Ya para entonces, los investigadores sospechaban que conocían solo la punta del iceberg, y de hecho utilizaron como cebo para el arresto a una tercera joven que había iniciado una relación con Sonko a través de internet. Pero, a medida que profundizaban en el caso, los propios agentes se quedaron atónitos: en cuatro años de estancia en Austria, este hombre de 28 años había acumulado tres esposas, siete prometidas y cinco novias. También había sido padre de cuatro hijos, con otras tantas parejas, y tenía embarazadas en ese momento a dos integrantes de su pequeño harén, formado por mujeres de entre 22 y 44 años. Según la Policía, todas ellas creían ser el único amor del atareado casanova, aunque algunas le conocían por identidades falsas como las de Bojang Tijan y Crang Junior.

Para redondear la situación, pronto se descubrió que Sonko Tijan ya estaba casado en Gambia y que también tiene hijos allí. La Policía cree que en la hiperactividad amatoria del detenido se esconde un móvil económico, ya que conseguía que las mujeres le entregasen dinero y joyas para ayudar a sus parientes en África, aunque en realidad la principal beneficiaria era la esposa gambiana, a la que los propios investigadores se han referido como su «gran amor». El portavoz policial, Patrick Maierhofer, describe así sus manejos: «Siempre utilizaba las mismas tácticas. Era encantador y atento. Fascinaba a las mujeres con historias sobre cómo había escapado de guerras horribles y cómo había dejado atrás a su familia, y después les pedía ayuda financiera». A algunas de sus novias las llevó de visita a su país, e incluso contrajo matrimonio allí con una de sus esposas austriacas. Según los primeros cálculos, Sonko logró recaudar unos 38.000 euros, aunque la Policía ha difundido su fotografía al creer que puede haber más víctimas del seductor gambiano.

Desmayo ante el ordenador

En los últimos tiempos, Facebook se ha convertido en una pesadilla para los polígamos, los infieles y demás jetas del romance. Constantemente saltan a la prensa casos con un desenlace similar a la experiencia de Sonja. A principios de este año, la británica Nicolette Watkinson fisgó el Facebook de su marido, del que estaba separada pero no divorciada, y lo vio casándose con una joven -también es casualidad- gambiana. Y hoy mismo está previsto que arranque el juicio contra Darnel Pixley, un estadounidense acusado de casarse con cuatro mujeres: la número tres trasteaba por la red social y se lo encontró abrazado a la número cuatro, en unas delatoras fotos de boda.

Claro que el caso de perfil más alto ha sido el de Cheick Tiote, el futbolista costamarfileño del Newcastle United. Su esposa, Madah, con la que tiene dos niños, se enteró a través de Facebook de que el jugador acababa de tomar una segunda mujer durante una estancia en el país africano. Según ha trascendido, la pobre se desmayó ante las imágenes de la boda. El deportista, musulmán y partidario de la poligamia, dice no entender a qué viene tanto revuelo, y al parecer Madah ha acabado aceptando la nueva situación. Eso sí, quien ha roto con él es la tercera en discordia, su amante de largo recorrido Nikki, una mujer de rompe y rasga con quien tiene otro hijo: también a ella le había prometido que iban a casarse. ¿Un lío, verdad? Pues, aunque eso no le sirva de disculpa, imagínense cómo tenía que ser de complicada la vida de Sonko, siempre pendiente de sus quince chicas austriacas como un malabarista del amor.

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