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El catalán estrena este domingo la décima temporada de 'Salvados' en La Sexta. :: atresmedia
Jordi contra los gigantes

Jordi contra los gigantes

Su reto es entrevistar a Felipe VI. «Creo que al final me va a atender...»

YOLANDA VEIGA

Viernes, 24 de octubre 2014, 12:49

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Eugenia puso puchero como para una docena... garbanzos, que siempre es un plato de consenso. En una esquina de la mesa, como si aquella no fuera su casa, ella, sevillana del barrio de Triana, pasados los 70, matriarca de los Parejo, entusiasmada con Podemos. En la otra, Oriol Junqueras, catalán de 45, presidente de ERC, abanderado de la causa independentista. Repartiendo juego en la mesa (y garbanzos), Jordi Évole (Barcelona, 1974), que este domingo regresa con la décima temporada de 'Salvados' (La Sexta). Será un estreno muy cinematográfico, con Junqueras debatiendo sobre el soberanismo con una familia de Sevilla, los Parejo. El 'trailer' de 'Ocho apellidos catalanes', vaya... Dani Rovira incluido. El actor conduce el taxi que lleva a Oriol y a Jordi hasta Triana. «¡Ay que ver la que estáis dando con el tema de la independencia, eh, 'miarma'...!».

«La puesta en escena es fantástica. Me recuerda a ese documental sobre la sanidad en Estados Unidos que hizo Michael Moore. Montó a un grupo de ancianos enfermos en barco y los llevó a Cuba a curarse. Tíos como estos son necesarios». Tacho de la Calle, miembro de la Academia de la Televisión, habla de Moore, pero también de Évole. Aunque Jordi se escabulle de los halagos (le dicen 'Quijote de Cornellá', látigo de los políticos...). «Hay que relativizar, que enseguida ponemos etiquetas y en España hay enormes periodistas».

«Iñaki Gabilondo, por ejemplo, ha puesto en aprietos de verdad a muchos políticos, pero Jordi tiene la capacidad de interpretar la conciencia social y el sentimiento de perplejidad y hastío que ciertos políticos han provocado. Ha contribuido a crear un clima de decepción, de enfado... Gracias a gente así tenemos un periodismo mejor, ha privilegiado la profesión», considera Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político.

- ¿Recomendaría a los políticos del PP responder a Évole o huir de él?

- Parte del atractivo del programa es que los políticos le rehúyan, pero yo les recomendaría que respondieran.

Porque no le responden a él, sino a los tres millones de espectadores (15% de 'share') que han aupado a la categoría de referencia a un programa que empezó con un 5% y poniendo una banderilla a los toros. Luego hizo de monaguillo en un especial sobre la Iglesia, le presentó la 'factura' a las eléctricas, llevó a los titulares de nuevo el accidente del metro de Valencia... «Jordi gusta porque es como ese ventrílocuo que utiliza al muñeco para decirle a su interlocutor: 'Tú eres tonto'. Frente al engolamiento de la entrevista política, él ha aportado frescura. Además, Jordi da una imagen de joven cercano, parece que acaba de salir de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense. Lleva gafas, barba y jersey y se sienta a hablar en un banco del parque... Han aprovechado muy bien esa imagen», opina De la Calle.

El cuñado del Rey

Cuando Tacho empezó a trabajar en TVE gobernaba Felipe González y él hacía un programa que se llamaba 'Pista Libre'. Se empeñó en entrevistar al presidente, y hacerlo de forma original. «Metí en La Moncloa un autobús lleno de presos jóvenes. En TVE no dije qué tipo de 'invitados' iban a ir (risas). Luego me castigaron llevándome a La 2». Entonces la audiencia, que había visto menos, era más impresionable pero hoy... «Évole no está inventando nada, porque Buenafuente ya le hizo una entrevista cojonuda en un taxi a Punset, pero aprovechar el tirón de 'Ocho apellidos vascos' es una buena idea. Vas a contar lo mismo, pero el plato cambia según cómo lo sirvas. Chapeau para Jordi», aplaude De la Calle.

Confiesa el aludido como quitándose mérito que costó más la idea que la ejecución. «Le hicimos la propuesta a Oriol Junqueras a finales de junio, para que pudiera cuadrar la agenda, pero enseguida nos dijo que sí. Y a Dani se lo preguntamos tres días antes y se bajó a Sevilla. También nos lo puso fácil la familia. Con ellos me di cuenta de que los periodistas hacemos peores preguntas que la gente».

- El Rey no le atiende.

- Hemos mandado la petición a la Casa Real muchas veces, a ver si suena la flauta... Creo que al final me va a atender.

- ¿Cómo abriría fuego?

- Empezaría preguntándole qué tal está su cuñado.

- ¿Quién se le resistió? - Nos costó Jordi Pujol. Ahora sí que tendría una entrevista...

Él (Évole) también tiene una entrevista y ha asumido que responderla es parte de su trabajo. Aunque el otro día le dio plantón a Wyoming. «Lo siento, he quedado a cenar con Eugenia y con Oriol». Y Junqueras, como cualquier político con una cámara delante, aprovechó para pedirle audiencia: «Acuérdate de mí, eh, Wyoming». «Lo siento Oriol, en esta cadena es El Hormiguero el que lleva a los artistas extranjeros».

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