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I. ASENJO
Martes, 22 de julio 2014, 01:50
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Meses después de calificar a Antonio Brufau como «una ofensa para Canarias y los canarios», el presidente de Canarias, Paulino Rivero, se reunió ayer en Madrid con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, para pedirle formalmente que suspenda su actividad en las islas. Un encuentro que se enmarca dentro de la ofensiva que el jefe del Ejecutivo canario ha iniciado contra las prospecciones petrolíferas que el Miniterio de Industria da como inevitables.
El presidente canario exige que se frenen las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas al archipiélago por considerar que así lo aconseja la creciente contestación social, «provocando un desafecto de los canarios respecto a España como nunca antes había ocurrido». Rivero reclamó además que Mariano Rajoy se implique personalmente en esta cuestión, puesto que entiende que «sobrepasa ya al Ministerio de Industria». Por ello, Rivero pidió una reunión urgente con el jefe del Ejecutivo centrada en el asunto de las prospecciones.
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