«No sobreviviremos si no nos esforzamos en entender a quienes nos rodean»

-¿Por qué deben contar las empresas y otras instituciones con expertos en RSC?

-La responsabilidad social es un factor clave para aumentar la competitividad y sostenibilidad de las empresas y, por consiguiente, mejorar sus resultados económicos, sociales y medioambientales.

-¿Cuál debe ser el fin prioritario de la RSC: generar beneficios a la empresa o mejorar su entorno?

-Sin duda, generar beneficios que posibiliten a la empresa invertir en iniciativas con impacto real y positivo, que logren mejoras en su entorno.

-Algunas empresas dicen actuar de manera responsable pero luego, en el día a día, no es así. ¿No cree que esto resta credibilidad?

-Aún queda camino por recorrer en este sentido. Afortunadamente, cada vez más empresas son conscientes de los beneficios que aporta ser ético y responsable, y que no basta con parecerlo. Incorporar en su estrategia modelos de gestión basados en la RSC hace que las compañías ganen credibilidad, mejoren su cuenta de resultados y se aseguren su sostenibilidad. Precisamente por esto, el objetivo de nuestro máster es contribuir a la formación de líderes responsables y profesionales enfocados en la excelencia empresarial.

-¿Qué novedades trae consigo la nueva edición del máster?

-La principal novedad del máster Hidrogrea de RSC es una apuesta por el 'management' sostenible, donde el principal objetivo de las empresas sigue siendo mejorar su cuenta de resultados, pero no a cualquier precio. Para su consecución, contaremos con la participación de directores de RSC de las empresas que están en la vanguardia de la sostenibilidad, así como con investigadores de la principal red universitaria de formación e investigación en RSC, la Red de Cátedras de RSC del Banco de Santander, de la que nuestra cátedra UCAM-APC es miembro. Cualquier persona interesada puede contactar a través del correo catedrarsc@ucam.edu y en el teléfono 667306949.

-Empezamos a mirar la crisis por el retrovisor, pero esa mejoría no llega a los salarios. ¿Pecan de falta de ética las empresas en este aspecto?

-La crisis ha representado para muchas empresas un test de estrés que ha puesto a prueba su capacidad de ajustarse a la dura realidad del mercado. A pesar de la mejora de la economía, las compañías siguen siendo y serán precavidas con los aumentos salariales, hasta que no vean una situación de claro crecimiento en sus sectores. Dicho esto, sabemos que hay empresas que aprovechan la coyuntura de la crisis y el miedo de los trabajadores a perder sus empleos para alargar en el tiempo el ajuste salarial de la época de crisis. Pienso que, a la larga, estas prácticas no les reportarán nada positivo.

-¿La recesión que dejamos atrás se debió de alguna manera a prácticas poco responsables?

-Sí. La crisis nos ha enseñado que el principal objetivo de las empresas es mejorar su cuenta de resultados, pero siguiendo un principio económico de beneficio mutuo, un principio jurídico de respeto a los derechos individuales y colectivos y un principio ético de preservación de los recursos naturales que son patrimonio de las próximas generaciones. El futuro no tiene por qué ser una mera extensión del presente, pero para cambiarlo tenemos que comprender que no sobreviviremos si no nos esforzamos en entender a aquellos que nos rodean.