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Procesión del Resucitado en Murcia.
La gloria de la Resurrección

La gloria de la Resurrección

El último cortejo de la Semana Santa desborda gozo y alegría en la capital

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Domingo, 16 de abril 2017, 00:53

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Amanece en el barrio de Santa Eulalia con el repique de las campanas y los cohetes que anuncian la resurrección. Ya no hay saetas ni marchas pasionales, las bandas se preparan con himnos de fiesta que acompañan once tronos que desbordan alegría desmedida. Túnicas blancas y capas de colores para representar el tercer día anunciado en la crónica de la pasión. Y un demonio feo y grotesco, atado con cadenas, que representa que la fe ha vencido a Lucifer, asusta a los más pequeños y divierte a todos los asistentes.

Arranca el cortejo con San Miguel Arcángel, obra de Francisco Liza del año 1994. Con él van nazarenos de capas magenta. Le sigue la Cruz Triunfante, de Clemente Cantos Sánchez, de 1917, un ángel abrazado a una cruz vacía, cubierta de flores. Este paso celebra este año su centenario. Las capas de los cofrades son doradas. El titular, Nuestro Señor Jesucristo Resucitado, es de José Planes, de 1949.

Antonio Labaña firma los tres siguientes pasos. Las Tres Marías, de 1993, La Aparición de Jesús a María Magdalena, de 1982 y Los Discípulos de Emaús, de 1983. Las capas son blancas, moradas y naranja respectivamente. En la Aparición de Jesús a Santo Tomás, el Cristo es de José Hernández Navarro (1994) y el apostolado de Francisco Araciel (1912). Sus nazarenos llevan capa verde. Sigue el desfile glorioso con La Aparición de Jesús en el Lago Tiberiades, de Antonio Labaña de 1987 y cuyo color característico es el amarillo. José Hernández Navarro es el autor de La Ascensión del Señor, del año 2000. Le acompañan nazarenos de capa rosa.

De rojo salen los cofrades que acompañan a San Juan Evangelista, una obra de Venancio Marco de 1912.Y de azul termina el cortejo con la Virgen Gloriosa, de José Sánchez Lozano de 1950. La imagen este año estrena una túnica donada por la camarera de la Virgen de la Soledad de El Perdón, M. Eugenia Albacete López- Mesas.

El cierre de la procesión fue uno de los puntos de más interés de la mañana del Domingo de Resurrección. No solo por el encuentro que protagonizaron el titular, San Juan y la Virgen, que fue seguido por cientos de personas que aguardaron de manera estoica. También porque en la plaza se dieron cita las autoridades cofrades y municipales de la ciudad para poner fin a la Semana Santa capitalina. El pregón de cierre, que será pronunciado este año por el concejal de Cultura y Festejos, Jesús Pacheco, fue el colofón de diez días de procesiones, pasión, tradición y devoción.

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