A los pies de la Misericordia

Las buenas temperaturas primaverales que ayer caldearon la mañana del Jueves Santo animaron a muchos a participar en los actos nazarenos tradicionales, entre ellos el traslado del Cristo de Santa Clara o el Besapié a la imagen del Cristo de la Misericordia, una obra de Domingo Beltrán datada en el siglo XVI y que recibió los honores de los cientos de fieles que esperaron su turno para cumplir con la tradición.

El Cristo de la Misericordia es una pieza de tamaño menor que el natural. El Crucificado está clavado a un madero plano con Inri y punteras o terminales de plata regaladas por Encarnación Sanz Ramón, quien fuera camarera del paso y esposa del primer Hermano Mayor de la Cofradía, Julián Tudela.

Si bien su cabeza ladeada hacia la derecha está tratada al mínimo detalle, el resto de la talla, como son los brazos, dedos, piernas y cuerpo, son una verdadera obra de gran realismo y minuciosidad acabada en un policromado perfecto de ejecución y calidad. Así lo pudieron comprobar de cerca ayer cientos de fieles.

El Cristo de la Misericordia saldrá esta tarde en la procesión de la hermandad de la que es titular. Será el segundo paso del cortejo que partirá desde San Antolín, a las 19.30 horas. El trono, portado por 36 estantes, hará un recorrido de algo más de 2 kilómetros y volverá a la iglesia a las 23 horas.

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