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El Puente Viejo se abre solo para los 'coloraos'

La Archicofradía de la Sangre estrena este año una imagen de Cristo en el paso de la Negación de San Pedro, realizada por Hernández Navarro. El cortejo más popular arranca con la hermandad infantil, un batallón de pequeños nazarenos que acompañan a la talla de San Vicente Ferrer

M. CARMEN RAMÍREZ

Miércoles, 12 de abril 2017, 01:39

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No es porque sea la más antigua de las cofradías murcianas. Ni porque sea de las más numerosas. Tampoco porque sus imágenes atesoran siglos de historia. Ni porque salga de una de las iglesias de mayor solera de la ciudad. Ni siquiera porque es la única de las cofradías que cruza el río y lo hace por el puente más antiguo de la capital. Es, simplemente, porque es La Sangre. Son 'los Coloraos'. Los de siempre. Los que han forjado con su propia historia la de la Semana Santa murciana.

El cortejo 'colorao' arranca con la hermandad infantil, un batallón de pequeños nazarenos de raza que acompañan a la talla de San Vicente Ferrer, el santo valenciano que, cuenta la historia, dio lugar con su predicación al nacimiento de la archicofradía. Llega tras él Roque López con La Samaritana, una imagen de 1799. Representa el momento del encuentro de Jesús y la mujer de Samaria en el pozo de Jacob. Él está sentado en actitud declamatoria y sobre su cabeza reposa una potencia de plata del año 1848. Ella llama la atención por su belleza y elegancia y lleva vestimenta bordada en seda murciana.

La procesión regresa al siglo XX con Jesús en casa de Lázaro, una obra de José Hernández Navarro. En torno a una mesa, Jesús y Lázaro, en casa del segundo, charlan amigablemente. Les acompañan María, que aparece arrodillada escuchando, y Marta, que se dispone a servir el pan. Una de las características del paso es el rostro bello y dulce de Jesús. Le sigue El Lavatorio, de Juan González Moreno, de 1952, que recrea el momento en el que Jesús se dispone a lavar los pies a sus discípulos en el transcurso de la última cena. Es una composición grande, con trece personas en torno a la mesa que ofrecen una amplia variedad de posturas y gestos que le confieren un importante valor artístico.

La Negación de San Pedro está este año de estreno. Hernández Navarro ha sido el encargado de hacer un Cristo nuevo para esta composición, donde aparece acompañado por el apóstol, una obra de Nicolás de Bussy de 1689. La imagen del escultor de Los Ramos sustituye a la de Gregorio Molera, que ha desfilado con La Sangre desde 1945.

El Pretorio es uno de los pasos más emblemáticos de la archicofradía 'colorá'. El Cristo, presentado ante el pueblo judío, es obra de Nicolás de Bussy, de 1696. Pilatos y el popular 'berrugo' son de José Sánchez Lozano, de 1945. Esta última es una de las imágenes más queridas de la tradición nazarena murciana, un romano de rostro desagradable plagado de verrugas.

Sigue Jesús, con la cruz a cuestas, cuando camino del Calvario cae y el cirineo acude en su ayuda. Dos mujeres contemplan la escena junto a un niño. Todos forman el paso de las Hijas de Jerusalén, de Juan González Moreno, de 1956. Detrás va el Cristo de las Penas, de José Hernández Navarro, que muestra a Jesús minutos antes de la crucifixión formando una escena de gran tensión y dramatismo.

Ya crucificado llega el Santísimo Cristo de la Sangre, la imagen que da sentido a la archicofradía. Su autor es Nicolás de Bussy y es del año 1693. Se trata de un Cristo clavado en la cruz de cuyas heridas sale sangre a borbotones, que cae en un pequeño cáliz sostenido por un ángel. Su anatomía es precisa y delicada y el escultor elaboró un rostro de dolor y entrega. Sus estantes no llevan caramelos y tras él desfila un palio de respeto de seis varales.

El San Juan que procesiona tras el titular es de Juan Dorado, de 1905. Un evangelista de rostro bello y sereno que mira al cielo. Le sigue la Dolorosa, de Roque López de 1787. Una madre de brazos abiertos, con ojos de mirada enorme de los que resbalan lágrimas de cristal. Termina con ella una procesión, huertana y castiza, una de las más bellas y seguida por miles de personas a lo largo de todo el recorrido, que se podrá ver en directo a partir de las 19 horas a través de la televisión autonómica 7TV. La Archicofradía de la Sangre es la única que cruza el Puente Viejo, dejando una estampa inigualable en la plaza Martínez Tornel. Caramelos, habas, monas con huevo, huertanos, carmelitanos, turistas y devotos, todo cabe en este tradicional cortejo.

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