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Encuentro del Resucitado y la Virgen del Amor Hermoso, frente a la Iglesia de Santa María de Gracia, ante una multitud de devotos.
Los Resucitados iluminan la Pascua

Los Resucitados iluminan la Pascua

La cofradía blanca celebra el Domingo de Resurrección con una lucida procesión de cinco horas y media. Miles de vecinos y turistas abarrotan las calles del centro histórico para presenciar el desfile, pausado y con algunos parones

ANTONIO LÓPEZ

Lunes, 28 de marzo 2016, 00:32

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Cuando la Virgen del Amor Hermoso embocaba ya la calle del Aire en el último tramo de la procesión de Domingo Ramos y el Piquete del Regimiento de Artillería Antiaérea numero 73 enfilaba la calle Cañón, el estruendo de aplausos y «¡Viva la Virgen! y «Viva el Piquete» se hizo aún más sonoro. Igual que cuando los jóvenes portapasos del Santo Ángel de la Cruz Triunfante pasaron por la Puerta de Murcia o por Sagasta momentos antes o las mujeres con la Aparición de Jesús a Santo Tomás a cuestas iban por la calle del Parque. Muchos fueron los momentos vibrantes, de emoción y de alegría que inundaron las calles del casco antiguo, en un desfile pasional de la Cofradía del Resucitado muy lucido, aunque con parones y con un ritmo muy pausado en algunos tramos.

Quizá por eso, de las cinco horas previstas se alargó casi media hora más. Cuando faltaban escasos minutos para las cuatro de la tarde, en la calle del Aire, la Virgen y el Resucitado se reencontraron entre el fervor de cientos de devotos que abarrotaban el lugar. No cabía ni un alfiler. Fue el momento final de la Salve, con el estruendo de los cohetes y la suelta de palomas que acompañaron a la recogida de la Virgen a su templo, cuando más lágrimas se vieron entre el público. La Semana Santo terminaba entonces.

El campanilleo de nazarenos y monaguillos, el colorido de los adornos florales, el sonido de bandas de música como las de Pozo Estrecho o Molinos Marfagones subrayaron el júbilo, que salía de entre el numerosísimo público que abarrotó cada calle y rincón de la carrera. La buena temperatura acompañó esta vez a los Resucitados, incluso la leve brisa que sopló durante casi todo el recorrido sirvió para que el lucimientos fuera mayor.

'Marcha triunfante'

A lo largo del recorrido se escucharon fragmentos de la 'Marcha triunfal', 'Pescador de hombres' y otras tantas, que llenaron de alegría y fiesta el día en el que Jesús resucitó después de que tres días antes fuera crucificado.

La procesión, compuesta por más de tres mil personas y encabezada por el hermano mayor, Bernardo Simó, que ayer estuvo acompañado por el alcalde, José López, brindó momentos de auténtica emoción, en escenas como el saludo de la Virgen del Amor Hermoso a la de la Caridad, en el templo de la patrona; las ovaciones a los componentes del Piquete de Artillería de Tentegorra; los vivas de los estantes a la Magdalena o «Limonero» (por el árbol que luce el trono) en una abarrotada Puerta de Murcia o los aplausos a la Escuadra de Batidores y al guión de la Agrupación de Escolta y Honores que abría el desfile.

Precisamente, en la peana baja del trono de la Aparición de Jesús a Magdalena se pudo ver una de las novedades de este desfile: unas tallas artesanales en dorado y madera realizadas por el orfebre de Coslada, Miguel Ángel Lorente. El público también reconoció la salida, por primera vez y de manera inusual en la Semana Santa cartagenera, de media docena de mujeres en la Agrupación de los Soldados Romanos. Hasta el momento lo habían hecho solo niñas, pero féminas, nunca.

La Cruz Triunfante, el Sepulcro Vacío, los Discípulos de Emaús o el Lago Tiberiades fueron poniendo ante los asistentes las escenas de la Resurrección. Tras ellos iba San Juan a hombros de unos ochenta portapasos, que también arrancó más de un aplauso, sobre todo a su paso por la calle del Parque y del Carmen.

El trono del apóstol también presentó otras novedades, como la renovación de la peana. Además, el sudario fue restaurando por el comisario de vestuario de la Cofradía Marraja, Juan Luis Aguirre de la Monja. También se le ha puesto a los portapasos almohadillas en las varas para hacer más soportable el peso. La Santísima Virgen del Amor Hermoso, también estrenó en la peana unos relieves en plata repujada del orfebre de Fuengirola (Málaga), Cristóbal Ángulo.

Los primeros, a la una y media

Era ya la una y media y, mientras en numerosos bares del centro se apuraba el aperitivo, la sección de honores ya entraba por Santa María de Gracia. A tenor del recibimiento en forma de palmas, gustó mucho la unidad, que lució los rifles Mauser cedidos por la Armada. Tras ellos fueron llegando trono a trono al templo, tras hacer el recorrido a la inversa que hace el resto de cofradías.

La procesión de la luminosidad, la de los Resucitados, que impregnó el desfile y llenó de colorido la Pascua y las calles del centro histórico, cerró la Semana Santa cartagenera con más público en las calles, muchos de ellos turistas procedentes de diferentes puntos de España, de los últimos años.

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