Borrar
Jóvenes haciendo 'botelleo' en la Plaza del Hospital, junto a la antigua plaza de toros.
El 'botelleo' toma Antiguones y la Policía vigila las calles Aire y Cañón

El 'botelleo' toma Antiguones y la Policía vigila las calles Aire y Cañón

A. LÓPEZ

Domingo, 5 de abril 2015, 01:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Oye, falta una hora para el Encuentro. Vamos, que no pillamos sitio en el Lago», comentó un joven a su grupo de amigos sobre las cuatro de la mañana del pasado viernes en la calle del Aire. Entonces, junto a un río de personas, se fueron hacia la Plaza de la Merced por la calle Cuatro Santos, por donde apenas se podía andar. Y es que miles de vecinos y visitantes abarrotaron las calles del casco antiguo durante la segunda procesión marraja, hasta pasadas las siete y media de la mañana.

La gran noche de la Semana Santa cartagenera se vivió en cada rincón, desde la procesión del Silencio (California) hasta cuando el sol ya despuntaba, algo que los locales de copas agradecieron, ya que estuvieron durante toda la noche a reventar. Ejemplo de ellos fueron los ubicados en las calles Puerta de Murcia, Jara u Honda, entre otras.

Una de las zonas con más aglomeración fue la de las calles del Aire, Cuesta de la Baronesa y Cañón, donde sobre las cuatro y media una treintena de agentes de la Policía Local y la Policía Nacional, junto a personal de seguridad contratado por los hosteleros, despejaron la zona para que los servicios de limpieza quitaran las decenas de kilos de basura que se acumulaban en el suelo.

Ambiente festivo

Tras ello, los policías se colocaron a ambos lados de la calle para dejar paso a la procesión y evitar los altercados de hace dos años, que provocaron que el cortejo no pudiera pasar por allí. Los agentes llegaron a pedir la documentación a algún joven por beber en la calle.

Alrededor de quinientas personas prefirieron pasar la noche en la Plaza del Hospital, junto a la antigua plaza de toros, haciendo 'botelleo'. El jolgorio se escuchó, incluso desde la Pescadería, minutos antes de salir el Jesús Nazareno. Allí también hubo presencia policial a lo largo de la madrugada, como en la mayoría de las calles del centro histórico.

Y es que el ambiente festivo fue superior a otros años, quizá por el aumento del número de locales de pinchos y copas.

Los puestos de churros, gofres y buñuelos, las panaderías, confiterías y establecimientos de chucherías hicieron más llevadera la noche y ayudaron a que muchos se marcharan a casa, ya al alba, con el estómago lleno, después de haber pasado un noche larga e inolvidable.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios