Apertura california a buen paso

Al público se le pasó en un santiamén la primera procesión california. En poco menos de hora y media, las miles de personas que salieron a las calles del centro a disfrutar de una noche primaveral y del ambiente festivo también pudieron contemplar la procesión del Cristo de la Misericordia y de la Virgen del Rosario. Tercios y tronos desfilaron con un ritmo ágil que no les llevó más de cuatro horas hacer esta primera representación catequística por el casco histórico.

El cortejo salió puntual de la iglesia de Santa María de Gracia. Pocos minutos después de las nueve de la noche estalló en el cielo el cohete anunciador de que el primer tercio, el femenino del Prendimiento, estaba en la calle. La sensación de agilidad quedaba acrecentada por el desfile de granaderos y sus animados toques de corneta y tambor, introduciendo en la calle una colorida variedad de penitentes: desde el tercio femenino del Ósculo, vestido como en el siglo XVIII e iluminado por ciriales, hasta los más clásicos de la Virgen y el Ósculo, con el predominio de sus colores naturales, desfilando con sus hachotes clásicos de luz de vela. Y entre unos y otros, los tronos alegoría de los Siete Dolores de la Virgen, el grupo escultórico de Jesús y María en Casa de Lázaro, así como La Despedida de Jesús, respectivamente.

Pero el protagonismo fue para los titulares de la procesión: el Cristo de la Misericordia y la Virgen del Rosario. Ambos tronos desfilaron portados por sus grupos de portapasos y acompañados por los directivos de la Cofradía California y el clero. «Parece que la procesión es más corta que otros años. Y cuidan mucho los detalles», comentaban en la calle dos mujeres, tras aplaudir con ganas a los miembros de la sección de honores de la Agrupación de Granaderos. A ellos les correspondió en la noche de este viernes escoltar y rendir honores a la Madre del Señor.