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Pedro Antonio Sánchez llega al Palacio de Justicia de Lorca, ayer por la mañana, para prestar declaración. David Giner / AGM

Sánchez carga de nuevo en los técnicos la responsabilidad de sus decisiones

El expresidente de la Comunidad y exalcalde lumbrerense declara como imputado por el 'caso Pasarelas'

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Sábado, 24 de marzo 2018, 04:08

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Una vez más, como ya hizo en su día con el 'caso Auditorio', Pedro Antonio Sánchez volvió a descargar ayer el peso de algunas de sus decisiones en los técnicos del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras. El expresidente del Gobierno murciano y exalcalde lumbrerense acudió ayer al Palacio de Justicia de Lorca, a primera hora de la mañana, para prestar declaración en calidad de investigado/imputado por el denominado 'caso Pasarelas', que investiga la presunta adjudicación ilegal de la reforma de unos puentes sobre la Rambla de Nogalte. Un asunto que le ha llevado a comparecer por cuarta vez como imputado ante los tribunales, después de los asuntos 'Púnica' y 'Auditorio', que le van a conducir a juicio, y de otro que se abrió en su día sobre el pago de su vivienda familiar y que acabó siendo archivado.

Sánchez, que solo aceptó someterse a las preguntas del juez Antonio Morente, del fiscal Juan Pablo Lozano y de su abogado -rechazó responder a las acusaciones particulares-, negó haber adoptado de manera arbitraria una serie de decisiones sobre el acondicionamiento de las pasarelas y, en esa línea, aseguró haberse guiado en todo momento por las indicaciones de los técnicos municipales. «Yo siempre confié en su criterio», son las palabras con las que podría resumirse esa parte de su declaración, según fuentes contrastadas próximas a este procedimiento.

El exalcalde no supo explicar la forma ni las razones por las que se encomendó el proyecto al arquitecto Martín Lejarraga, pues se limitó a señalar que alguien -que no supo especificar- le había hablado de ese profesional y que se convocó una reunión con concejales y funcionarios de los servicios técnicos, en la que se habría acordado su contratación.

El arquitecto Lejarraga entregó al juez una copia de los estudios y proyectos que se consideraban inexistentes

Sánchez aseguró que la reforma de la zona de la Rambla de Nogalte era uno de sus empeños, ya que en esa zona se produjo muchos años atrás -en 1973- una terrible riada que se cobró las vidas de 89 personas. De ahí que quisiera darle un giro a ese entorno y desvincularlo así de los duros recuerdos que sigue teniendo para parte de la población lumbrerense.

Aunque admitió que todas las decisiones de este proyecto llevaban su firma como alcalde, rechazó que hubiera tenido algún interés personal en el asunto y se limitó a explicar que habría actuado de esa forma por recomendación de los técnicos, con el fin de agilizar el proyecto al máximo. Algo que, sostuvo, era habitual.

Por lo que se refiere al contrato que está bajo sospecha, ya que el fiscal considera que se fraccionó artificialmente en cinco partes para evitar que la cuantía obligara a sacarlo a concurso, Sánchez mostró su convicción de que se había actuado conforme a la ley.

Cuando le llegó el turno de prestar declaración al arquitecto Lejarraga, este presentó al juez una copia de varios documentos que se consideraban inexistentes, como un primer estudio técnico, un anteproyecto y el proyecto básico. Estos papeles no se encontraban en el expediente oficial del Ayuntamiento de Puerto Lumbreras, pero Lejarraga explicó que habían sido utilizados para reclamar al Gobierno regional la concesión de una subvención. Su abogado, Evaristo Llanos Sola, mostró más tarde su satisfacción por cómo había transcurrido esta diligencia, «ya que ha permitido acreditar que los trabajos se realizaron efectivamente y que en ningún caso se procedió a fraccionar ese proyecto de forma irregular».

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