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El Papa Francisco. / Maurizio Brambatti (Afp)
religión

El propio Francisco se dirigió a ella por teléfono en respuesta a un correo electrónico que le envió el año pasado

PPLL

Sábado, 17 de mayo 2014, 18:32

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El Papa Francisco ha autorizado a comulgar a una argentina, casada hace 19 años con un hombre divorciado, ha relatado este miércoles la mujer, que recibió una llamada telefónica del Sumo Pontífice desde el Vaticano en respuesta a un correo electrónico que ella le envió el año pasado.

"En septiembre del año pasado le escribí un mail al Papa, porque es argentino y uno se toma estas confianzas de creer que te va a contestar y me respondió anteayer (lunes)", ha contado Jacqueline Lisbona, de 47 años, en declaraciones a radio Del Plata.

El Papa llamó a la mujer a su casa para decirle "que podía volver (a la Iglesia). Eso haré en algún momento. Me dijo que estaban tratando este tema" en el Vaticano, ha agregado.

"Católica de segunda"

Lisbona vive en la ciudad de San Lorenzo, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, y dejó de ir a la Iglesia por sentirse "una católica de segunda", según le contó al Papa en el correo. Casada por lo civil con Julio, un hombre divorciado que en su primer enlace había contraído matrimonio por lo civil y por la Iglesia, Lisbona ha relatado que hace una década que no podía tomar la comunión. "A mí me dijeron que no podía comulgar y yo lo cumplí. Ese cura lo supo (que estaba casada con un divorciado) porque me fui a confesar, si no, no se hubiera enterado y no habría pasado nada", ha advertido.

"A lo mejor muchas personas comulgan sin confesarse porque no sienten que vivan en pecado", ha indicado la mujer. "La verdad es que estas cosas son del siglo más que pasado", ha agregado al sostener que ese mensaje del párroco la había alejado totalmente de la Iglesia.

De familia católica, como el 75% de los argentinos, Lisbona ha recordado que de niña iba a misa todos los domingos pero luego se fue alejando y después de aquel episodio "estaba más enojada y directamente no iba más". "Sé que es increíble, volveré a la Iglesia, pero me quiero tranquilizar y lo quiero hacer con mucha fe. El Papa sólo me pidió que no vaya a la iglesia de mi barrio", ha agregado.

Lisbona ha dicho que no atinó "a preguntarle nada" a Francisco sobre el alcance de la autorización a comulgar: "A lo mejor fui egoísta, pero yo hablaba con él por mí", ha declarado. La conversación se cerró con una bendición familiar y luego "lloramos todos, por la emoción y la alegría, fue un llanto colectivo", ha revelado.

El Papa suele involucrarse con lo que ocurre en su natal Argentina, como a principios de abril cuando dijo en un mensaje que "sentía las patadas en el alma", al ver en los medios el linchamiento de un supuesto delincuente por parte de vecinos en la ciudad de Rosario. "Me dolía todo, me dolía el cuerpo del pibe, me dolía el corazón de los que pateaban. Pensé que a ese chico lo hicimos nosotros, creció entre nosotros, se educó entre nosotros. ¿Qué cosa falló?", dijo.

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