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Casillas celebra la victoria en la final de la Copa del Rey de 2011 frente al Barcelona/ Andres Kudacki (AP PHOTO)
Fútbol | Copa del Rey

La ausencia de Cristiano es el único condicionante que no se repite en la final de Copa de este miércoles respecto a la de 2011

PPLL

Miércoles, 16 de abril 2014, 19:18

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Los clásicos del fútbol español se han convertido en un serial. Real Madrid y Barça se han enfrentado en los últimos años con similares líneas argumentales y apenas nuevos personajes para propagar la sensación de repetir capítulos. Para la edición de la final de la Copa del Rey de 2014 los trailers han elegido un homenaje al torneo de 2011. Repiten actores principales bajo los focos de las porterías: Casillas y Pinto. Regresan al mismo escenario: Mestalla. Sólo falta un elemento en la ecuación (Cristiano Ronaldo), pero cada protagonista o secundario ha repasado el libreto de aquella victoria del Real Madrid (0-1) para preparar la de este miércoles.

«No sé como calificar esta final respecto a la otra, pero está claro que lo que pasó entonces no se va a repetir. Queremos la revancha deportiva para cambiar lo que pasó en esa», avanzó Andrés Iniesta en la víspera. El albaceteño guarda un mal recuerdo de aquel duelo bronco y de alta tensión que se resolvió en la prórroga a favor del Real Madrid. Entonces, el propio centrocampista se unió a la lista de lamentos por no lograr embocar una de las mejores opciones ante Casillas. «No fueron paradas sensacionales las que hice, pero ayudas un poco a tu equipo a ganar la Copa», reconoce tres años después el guardameta de Móstoles sobre aquella noche en la que ganó su única final copera como titular. «Ojalá que se reparta el protagonismo entre todos», aseguró el hoy suplente en Liga que asume un nuevo rol de veterano para demostrar que sus dotes no se han anquilosado.

Hasta ahora, Casillas ha cumplido con soltura en los 18 partidos en que se ha alineado como titular en las competiciones por eliminatorias, pero especialmente en la Copa del Rey, en la que no ha encajado ningún tanto en la presente temporada. Además, la noche en Valencia apunta a entrar entre las peculiaridades de su leyenda, como cuando se convirtió en el protagonista revelación de la final de la Liga de Campeones de 2002 tras la lesión del titular César. Desde entonces ha pasado por fases como ídolo inmaculado para los seguidores madridistas, otras ha sido señalado como el malvado traidor por sus presuntas filtraciones a la prensa y finalmente ha pasado a un segundo plano con objetivos más reducidos.

La clave de la importancia de la final en Mestalla para Casillas la dio un artista invitado fuera de foco en octubre de 2013. «Al final es una mierda de temporada. Vas a jugar diez o doce partidos de Copa. La Copa es una vergüenza», advirtió Pepe Reina a su compañero durante una concentración de la selección. «Pero irme ahora no lo veo, macho... Por lo menos jugaré la Copa», le respondió entonces el guardameta madrileño, que podrá disfrutar de la segunda final de su carrera como titular.

Pinto y sus protectores

En la otra portería se situará uno de los personajes que dividen al público. Elegido en un cásting para estar siempre a la sombra de la estrella, Pinto ha adquirido una presencia inesperada merced a la lesión de Víctor Valdés. El guardameta de 38 años, querido en el vestuario y mirado con recelo en la grada del Camp Nou, continúa con promedios similares a los de su predecesor, pero los aplausos de la audiencia son tibios o apagados entre los murmullos. Si repasa su partido de 2011 podría acogerse al no excesivamente complicado cabezazo de Cristiano que acabó en gol o a los últimos minutos en que detuvo algunos contragolpes difíciles de los entonces hombres de Mourinho.

Si se fija en la presente campaña, tampoco los condicionantes ayudan al optimismo. Martino ha probado hasta 20 combinaciones diferentes de defensa y en última instancia está considerando situar a Puyol cual Cid redivivo en la temblorosa muralla que debe proteger al singular cancerbero. «Tengo una alta consideración de Puyi, tanto en lo futbolístico como en lo humano. Evidentemente, si la decisión es que juegue él (con Mascherano), no sólo va a ser un gran aporte para el equipo, sino también individualmente para sus compañeros», reconoció el técnico argentino cuando le pidieron un avance de sus intenciones.

Con el resto de actores el entrenador de Rosario mantiene menos dudas: Busquets, Xavi e Iniesta construirán el centro del campo y Messi permanecerá constante en el ataque (aunque puede que el técnico le ordene una baja participación como en el encuentro de Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid). Junto a La Pulga, Pedrito y Alexis se barajan como aparición estelar. Aunque ninguno de los extremos ha marcado en los últimos siete partidos, el argentino podría descartar por primera vez para un partido clave a su favorito, Cesc, quien suma 15 duelos sin colocar el balón en la red.

En el la lista de actores principales de Ancelotti la única cara nueva debería ser la de Di María, en racha de popularidad después de su error en Dortmund, aunque sólo el italiano sabe en qué lugar del escenario se situará. La ocasión parece también idónea para que Gareth Bale triunfe en Mestalla. El galés participará desde su adorada banda izquierda a pesar de que Ancelotti aseguró tiempo atrás que no le colocaría en su zona natural. Sin Cristiano en su área y con todos los focos sobre ell fichaje de los 100 millones de euros, el británico aspira a ser recordado en una noche de película. Sólo él puede parecer que sea un estreno y no una reposición de 2011.

Alineaciones probables:

Barcelona: Pinto, Alves, Puyol, Mascherano, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Iniesta, Messi, Cesc y Neymar.

Real Madrid: Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao, Modric, Xabi Alonso, Isco, Di María, Benzema y Bale.

Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano).

Estadio y horario: Mestalla. 21.30 h. (La 1).

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