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Un hombre camina con unas bolsas por un centro comercial. / Archivo
ESTUDIO

El trastorno va acompañado por depresiones, problemas de ansiedad y trastornos alimentarios, "cosas que también se han de tratar para conseguir la curación", afirman los expertos

PPLL

Sábado, 17 de mayo 2014, 14:18

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Un 7% de la población de los países desarrollados padece un trastorno de compra compulsiva, un problema que aumenta cada año, según un estudio del que ha informado el Hospital de Bellvitge. El servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge aplica un programa de tratamiento integral de este trastorno que consiste en dar pautas de conducta a los enfermos y también asistir a la familia.

La responsable de la unidad, Susana Jiménez, ha explicado que este tipo de trastorno va acompañado por depresiones, problemas de ansiedad y trastornos alimentarios, "cosas que también se han de tratar para conseguir la curación". A pesar de que el trastorno de compra compulsiva siempre ha sido considerado un problema propio de las mujeres, estudios recientes muestran que este presenta tasas similares entre hombres y mujeres.

"La diferencia se encuentra en el tipo de objetos que adquieren, mientras las mujeres compran cosmética, ropa, complementos y joyas, los hombres acostumbran a comprar material informático, música y accesorios para el coche", según Jiménez. En ambos sexos los tratamientos consiguen elevadas tasas de recuperación siempre y cuando el paciente tome conciencia de su trastorno y tenga motivación para resolverlo.

"La influencia de la publicidad, el aumento del materialismo como indicador de éxito social e, incluso, como señal de identidad y las facilidades que cada vez más tenemos para comprar cualquier tipo de producto son factores que favorecen el incremento del número de pacientes con trastorno de compra compulsiva", según Jiménez. En los últimos años, Internet se ha establecido como un potente elemento de riesgo en el desarrollo de esta patología, a pesar de que las compras presenciales continúen siendo las más habituales. "El perfil del paciente es una persona de unos 40 años, con un tiempo de evolución del trastorno de seis años y con deudas de más de 25.000 euros", apunta Jiménez.

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