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MELCHOR SÁIZ-PARDO
Viernes, 24 de mayo 2013, 00:07
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"Absolutamente nada". Esa fue la respuesta exacta de Iñaki Urdangarin el pasado 23 de febrero cuando el juez José Castro le preguntó qué hacía la infanta Cristina en el Instituto Nóos. Los 83 folios de transcripciones del largo interrogatorio del duque de Palma dan cuenta de los esfuerzos del imputado por desvincular a su esposa de este asunto.
"Y si no hacía absolutamente nada, ¿para qué estaba allí, qué funciones tenía?, le preguntó el magistrado. Ninguna. Era una persona de mi confianza en la Junta Directiva, simplemente eso. Con la voluntad máxima de dar una transparencia y una normalidad a las cosas, respondió el duque en uno de los momentos más tensos del interrogatorio.
Cuando Castro le insistió en que la presencia de la hija del Rey en Nóos no parece que guarde relación alguna con la transparencia, sino con conseguir un área de influencia, Urdangarin insistió en que incluyó a su mujer en Nóos por transparencia, comodidad, formalismo y porque era una persona cercana. El magistrado, en otro momento del interrogatorio, le preguntó si la presencia de Cristina era para ganar "credibilidad" en las contrataciones públicas y privadas, a lo que Urdangarin respondió que "nunca se pensó en ese criterio, nunca".
Las mismas explicaciones dio el duque sobre la presencia de Carlos García Revenga, el secretario de las infantas, como tesorero de Nóos, al que incluyó en el organigrama por tener una bonita amistad con él. "Escogí a García Revenga como amigo, como persona que me había acompañado los últimos años y que podría ser persona de mi confianza", apuntó el yerno del Rey.
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