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Vista del agreste paseo marítimo de Cabo Roig, junto a las paredes arcillosas que recortan el mar.
Un baño solitario en Cabo Roig
PLANES

Un baño solitario en Cabo Roig

El paseo marítimo permite gozar de la escarpada costa y remojarse en sus limpias aguas y sin muchedumbres

Pepa García

Viernes, 26 de junio 2015, 00:39

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Con el verano ya iniciado oficialmente y los termómetros rondando los 40, la costa empieza a llamarnos a gritos; la brisa marina y unos refrescantes baños nos permitirán enfrentarnos con más energía al ardiente calor del asfalto en la ciudad.

Esta semana les proponemos disfrutar de un baño sin masificaciones en una zona de costa que el urbanismo voraz ha cubierto de hormigón en las últimas décadas, pero que todavía alberga rincones donde encontrar la paz. Me refiero a Cabo Roig, una zona de la costa alicantina, casi en el límite de provincia, que pertenece al municipio de Orihuela.

Enclave con historia, este cabo de la Vega Baja alicantina cuenta con una torre vigía construida en el siglo XVI como parte del sistema defensivo ideado por Carlos I y llevado a término por su hijo Felipe II 'El Prudente'. Probablemente edificada sobre los restos de una torre de origen árabe y encalada en época reciente, sigue anclada firmemente testigo de escaramuzas seculares entre berberiscos y pobladores de la zona, ya que sus escarpadas costas, con pequeñas ensenadas y recovecos junto al mar permitían el desembarco, sin ser vistos, de los piratas para iniciar el ataque.

Precisamente esta costa escarpada y el paseo marítimo que, sinuoso, la bordea, es lo que les propongo recorrer. El itinerario se puede alargar bastante, desde la punta de la Glea (en la urbanización Aquamarina, entre Campoamor y Cabo Roig), donde hace unas décadas había una pequeña cala conocida como la del Pino, y prolongarlo hasta La Zenia, Playa Flamenca o incluso, por un sendero, hasta la playa de Punta Prima. El recorrido completo no supera los 10 kilómetros. No obstante, en esta ocasión les propongo recorrer el paseo de Cabo Roig e iniciarlo desde el primer acceso a la playa de Cabo Roig que encuentren al entrar a la urbanización por la avenida del Cabo.

En ese punto comienza el paseo marítimo propiamente dicho, que hasta hace poco estaba cortado en dirección a la punta de la Glea por la urbanización Aquamarina y que las quejas y denuncias de los vecinos han permitido abrir al tránsito público tras décadas de lucha.

Si deciden tomar el paseo en dirección sur (hacia Campoamor), llegarán por un estrecho camino y sobre un terreno agreste plagado de pequeñas calitas, primero a La Caleta y luego a otras más pequeñas, de arena fina y dorada, entre ellas a la playa Fósil, plagada de la huella pétrea de antiguos animales marinos; todas ellas con posibilidad de acceso, aunque algunas con cierta dificultad.

En este caso optamos por pasear rumbo al norte. El primer tramo de este agradable paseo a pie de mar discurre por una zona recientemente adecentada y dotada de rampas y escaleras que permiten acceder a la playa de Cabo Roig, situada junto a la Marina Deportiva de la urbanización. Es el tramo menos 'salvaje', pero permite bajar a la playa y disfrutar de divertidas actividades, si es lo que se busca, como el 'flyboard' -una modalidad náutica con menos de un lustro de existencia- y volar sobre el agua propulsados por la fuerza del agua que expulsa una moto de agua. Desplazarse sobre el mar y realizar piruetas, más o menos complicadas según se va adquiriendo experiencia, es posible en esta playa, al igual que contratar patines para pedalear sobre las olas o pasear en moto náutica. La playa, con chiringuito, también permite refrescarse por dentro.

No obstante, les recomiendo que no sucumban a la tentación de tumbarse sobre la ardiente arena todavía y sigan adelante. Las enormes y verticales paredes de tierras rojizas y arcillosas están camufladas en este primer tramo por los muros de piedra levantados por los propietarios de los terrenos aledaños, que disponen de escaleras privadas para acceder al paseo.

Pasarán junto a la torre vigía de Cabo Roig, pero les recomiendo que dejen la visita para el final. Y también junto al puerto deportivo.

El sinuoso y agradable paseo continúa, pasando junto al Destacamento del Teniente Morejón, donde las Unidades de Operaciones Especiales hacen la fase de «agua» (ejercicios de submarinismo, piragüismo y actividades relacionadas con el mar), doblando el cabo.

Aquí el paseo muestra un aspecto más deteriorado, prácticamente el mismo que tuvo cuando se construyó en la década de los 70, cuando comenzó la urbanización de este tramo de la costa como zona turística de playa.

En este territorio, en el que las playas son sustituidas por plataformas de roca que, con zapatillas de agua, sirven como trampolín de lanzamiento al mar para un baño en solitario, ya sí que queda perfectamente a la vista la costa rojiza que caracteriza esta zona. Y junto a especies invasoras plantadas por los veraneantes de la zona, como acacias y carpobrotus o uña de gato, crecen lechugas e hinojos marinos propios de la zona. Para acceder a estas plataformas, en las que no es raro encontrarse a algún pescador probando suerte con su caña, a algún bañista despistado e incluso a algún piragüista que ha llegado al rincón paleando, hay multitud de escaleras que salvan el desnivel entre el paseo y el mar. Algunas de ellas, derribadas por las mareas, no han vuelto a ser repuestas, otras, de fábrica sólida, han resistido el constante batir de las olas.

Precisamente si el mar está muy movido, no es muy aconsejable bañarse en esta zona, ya que las olas rompen en la plataforma rocosa y dificultarían la salida a tierra firme. Hoy el mar está plato, el calor es intenso y el baño más que recomendable.

Si siguen en dirección a La Zenia, antes de llegar pisarán, sobre una pasarela de madera, la arena fina de las playitas que preceden a la siguiente urbanización. Es un buen punto para iniciar el regreso y visitar, ya de vuelta y bien fresquitos por el baño, la torre de Cabo Roig (si hay poca gente, lo mismo se la enseñan) y tomar uno de los deliciosos arroces que sirven en el restaurante que hay junto a ella.

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