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El actor Oriol Pla.
El teatro como reivindicación de la memoria colectiva

El teatro como reivindicación de la memoria colectiva

NATALIA BENITO

Viernes, 19 de mayo 2017, 01:28

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Génova fue el escenario de la cumbre anual del G8 -en la que los mandatarios de las potencias industrializadas más importantes del mundo se dan cita- celebrada en 2001. Con motivo del encuentro, la ciudad italiana vive la restricción de derechos sociales más grande que ha sufrido el continente desde la Segunda Guerra Mundial: las fronteras están cerradas, se suspende el tratado de Schengen y se prohíben las manifestaciones y reuniones en algunas zonas de la ciudad. Hasta treinta mil policías patrullan las calles para impedir la entrada en la 'Zona Rossa' que delimita el espacio reservado para la cumbre.

Paralelamente a esta situación, el joven 'Ragazzo' -interpretado por Oriol Pla- se encuentra en la ciudad italiana pasando el verano. Recientemente, este italiano ha 'okupado' junto con unos amigos un espacio acogedor que han acondicionado como vivienda. Está disfrutando de sus vacaciones, con tiempo para hacer de todo: escuchar música, leer, cocinar, enamorarse, etc. Todo ello sin dejar de lado sus inquietudes políticas y sociales. Por ello, el activista participa en el Foro Social Mundial que también se ha instalado en la ciudad. En este encuentro anual denominado como 'la contracumbre' se reúnen más de medio millón de personas para debatir cómo sería 'otro mundo posible' que desde hace unos años se imagina como alternativa a la globalización. El destino de este joven quedará marcado cuando tome una decisión determinante: quedarse en la columna de los desobedientes, que se ha propuesto una acción pacífica de desobediencia civil: violar el confinamiento de la 'Zona Rossa'.

La historia propuesta por Lali Álvarez en 'Ragazzo' es tá dedicada a la memoria de Carlo Giuliani, asesinado en Génova el 20 de julio de 2001 por la policía italiana. Inicialmente la obra iba a ser llamada 'Carlo', sin embargo, se optó por 'Ragazzo' -que significa chico en Italiano- para preservar la intimidad del joven. En la obra se intenta recrear cómo fueron esas jornadas previas al hecho fatídico que marcaría el activismo social con el objetivo de humanizar, acercar y desmitizar a un joven con filiación anarquista e inquietudes sociales con el que se podría identificar cualquier activista.

Sobre el escenario se recrea una escenografía propia de la casa de un joven que no posee grandes lujos y una banda sonora en la que se cambia el 'Bella Ciao', que le gustaba cantar a Carlo, por canciones más cercanas a la actualidad y a nuestro país como la música del grupo valenciano Zoo. Y con el decorado como única compañía, Oriol Pla -que tiene actualmente la misma edad que el protagonista- afronta este monólogo.

La obra invita a reflexionar sobre la situación que vive Carlo Giuliani y su entorno. ¿Qué hacer ante la amenaza?, ¿tiene legitimidad un gobierno que se tiene que blindar para decidir?, ¿qué es la impunidad?, ¿otro mundo es posible? Son preguntas a las que deberá enfrentarse el espectador esta noche en el Teatro Romea.

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