Secciones
Servicios
Destacamos
J. ALBARRACÍN
Sábado, 25 de marzo 2017, 00:33
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Actor, humorista, presentador, columnista y hombre-espectáculo de habitual crítico con los poderes establecidos, José Miguel Monzón, más conocido como Wyoming, es además un notable músico -guitarrista , cantante y 'frontman'-, disciplina esta (la música) en la que precisamente diera sus primeros pasos a finales de los años 70. De tal guisa se le podrá ver y escuchar mañana sábado en Murcia, donde ofrecerá su repertorio de clásicos del rock -de Chuck Berry a Leño, de Siniestro Total a The Clash- al frente de Los Insolventes. Mi grabadora Trinidad, que es una santa, registra sus respuestas telefónicas.
-No para de tocar últimamente. ¿De dónde saca el tiempo?
-Hacemos un fin de semana sí y uno no, son solo dos conciertos al mes, tampoco...
-Nunca ha dejado la música, desde Paracelso en aquel Villa de Madrid... ¿Qué le gusta tanto de tocar rock and roll? ¿Por qué mola tanto?
-El problema de la música es que no hay trabajo, pero pudiendo tocar, no existe nada parecido. Es el placer absoluto, tocar música en un escenario con la gente. También porque te exige un nivel de concentración, de compenetración con el grupo, y cuando terminas de soltar adrenalina te quedas como el hombre más feliz del mundo.
-Ha palmado Chuck Berry. ¿El rock and roll corre peligro de subsistencia?
-Yo creo que no, porque el lenguaje que inventó ahí sigue y se seguirá tocando en esa clave por los siglos de los siglos. De hecho, todos los grupos cuando se juntan, o hay invitados o tal, al final se acaba tocando 'Johnny B. Goode', que es la canción que todos hemos tocado alguna vez en la vida, seguro, y que es la que aparece en la película esta de 'Regreso al futuro'. El rock and roll es universal y siempre quedará, del mismo modo que el jazz o el blues.
-¿18 Chulos sigue funcionando?
-No. Solo a veces como distribuidora y en organización de eventos, lo de sacar discos tiene muy poco sentido. La gente ya se los hace en su casa.
Sí se puede
-Siendo un personaje mediático de éxito, ha conseguido que no le den demasiado la brasa con su vida personal/sentimental. Vamos, que 'sí se puede'...
-Es cuestión de no exponerse demasiado. En ese mundo, en el momento en que vendes una exclusiva, ya te van a seguir toda la vida, porque tú vales dinero. También es un publico muy delimitado. Tampoco los de 'Sálvame' me llaman, porque no tengo interés para ellos.
-Lluis Llach, en un concierto en la época de la invasión de Irak, afirmó: «Si nos llegan a decir hace 20 años que estaríamos gobernados por personajes tan mediocres como Bush, Berlusconi o Aznar, no lo hubiéramos creído». Han pasado casi 15 años y no sé si hemos mejorado mucho...
-No, vamos a peor, eso es evidente. La ola europea de la extrema derecha, lo que está pasando en Estados Unidos con 'este señor' [Trump], que ya no es lo que hace o deja de hacer, sino el hecho de que un personaje tan histriónico y tan patético haya conseguido ser presidente de los EEUU, es síntoma de que vivimos en una sociedad muy enferma.
-E insensible.
-Total. Están ahogándose miles de personas en el Mediterráneo y ni siquiera es noticia. Cuando oímos hablar de los hornos crematorios, pensamos: 'joder, ¿y la gente qué decía?'. Pues lo mismo que decimos ahora: nada.
-Siempre se puede hacer algo más.
-Es una cuestión de pedagogía de los medios de comunicación. El martes tuvimos a un señor en el programa ['El Intermedio'] que nos hizo un informe sobre la economía. Y es absolutamente dramático, dice que hay ocho millones de trabajadores en España que están viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Antes un pobre era un señor que estaba sentado en la puerta de la iglesia, pero eran indigentes. Ahora no, los pobres de ahora trabajan ocho horas. Y no hay ninguna razón para ello, bueno, la razón es que las empresas han multiplicado sus beneficios.
-Oiga, el 'Señor de Murcia' sigue ahí, aclamado por sus súbditos. ¿Cómo se ve esto desde Madrid?
-Pues como un ejemplo de que hemos superado ya los límites del morro absoluto. Es que fue elegido por aclamación, sin ni un solo voto en contra. Esto es un síntoma de que eso no es un partido, es una centuria romana. ¿No hay ni una sola voz disidente, no hay ni una sola persona en el Partido Popular de Murcia que diga: 'oiga, me parece que sería mejor otro candidato'? ¿No hay ni uno solo? Yo en ese tipo de democracia no creo, evidentemente.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.