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Cheney asume su responsabilidad por herir a un amigo en un accidente de caza

El vicepresidente disparó con una escopeta de perdigones contra Harry Whittington, que resultó herido en la cara, el cuello y el pecho

EFE | WASHINGTON

Jueves, 16 de febrero 2006, 01:00

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El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, se ha declarado hoy el único culpable en el accidente de caza en el que hirió a un amigo pero ha considerado que había hecho lo correcto al dejar pasar casi 24 horas antes de que se conociera el suceso.

"Al final, yo soy el que apretó el gatillo y disparó a mi amigo", ha declarado Cheney en una entrevista emitida hoy en el canal de televisión Fox News, la primera ocasión en la que se ha pronunciado en público sobre el incidente, ocurrido el pasado sábado.

Ese día, durante una partida de caza, el vicepresidente disparó por error con una escopeta de perdigones contra Harry Whittington, un abogado tejano de 78 años, que resultó herido en la cara, el cuello y el pecho.

Fue, según el vicepresidente, "uno de los peores momentos de mi vida". Esa imagen de su amigo herido "no la olvidaré jamás", agregó.

Según explicó, los cazadores habían compartido una barbacoa a la hora de comer y él tomó una cerveza, pero desde entonces y hasta que retomaron la batida ninguno consumió alcohol. "No es una buena idea ir de caza con alguien bebido", insistió el mandatario.

Las fuerzas de seguridad han descartado que el alcohol tuviera algo que ver en el suceso, considerado un accidente, por el que no van a presentarse cargos.

Aunque las heridas del abogado fueron calificadas inicialmente de poca importancia, el martes sufrió un infarto leve cuando uno de los perdigones se le alojó cerca del corazón y una de las membranas que lo recubren empezó a inflamarse.

El incidente ha desatado una polémica en torno a la política informativa de la Casa Blanca, dado que no sólo se conoció un día después de ocurrido, sino que la noticia se dejó en manos de la dueña del rancho tejano en el que se produjo el suceso, Katherine Armstrong.

Armstrong se puso en contacto el domingo con el periódico local, el "Corpus Christi Caller-Times", que colgó la información en su página web.

Cheney dijo que decidió que Armstrong era la persona más idónea para informar de lo sucedido porque fue testigo presencial y a él no le acompañaba nadie de su oficina de prensa.

El vicepresidente expresó su convicción de que hizo lo debido al aplazar la difusión del incidente y explicó que lo que quería era asegurarse de que el suceso se explicaba de la manera más exacta posible.

"Mi primera reacción no fue pensar tengo que avisar a la prensa. Mi primera reacción fue mi amigo Harry ha recibido un disparo y tengo que ocuparme de él", explicó Cheney.

"También era importante conseguir que la historia saliera de la manera más exacta posible, y es una historia complicada", agregó.

El mandatario no consideró que fuera inadecuada la manera de comunicar el incidente. "Creo que tenía sentido porque quieres que la historia sea lo más precisa posible", explicó.

El vicepresidente ha recibido un aluvión de críticas por su silencio de días en torno al accidente, que algunos asesores de la Casa Blanca temían que pudiera percibirse como un intento de "tapar" lo ocurrido.

En la entrevista, Cheney reiteró que la culpa de lo sucedido debe achacársele únicamente a él. Las primeras explicaciones del suceso subrayaban que Whittington, que había quedado rezagado, no avisó de que volvía hacia el resto del grupo, como dictan los reglamentos de caza.

"Uno puede hablar de todas las condiciones que existían en ese momento, pero las cosas son así. No es culpa de Harry. No se puede culpar a nadie. Al final, yo soy quien apretó el gatillo y disparó a mi amigo", subrayó.

El herido continúa ingresado en el hospital Christus Spohn de Corpus Christi (Texas).

"Está bien en este momento y no muestra ninguna otra complicación", dijo David Blanchard, jefe de la sala de urgencias del hospital.

El paciente tiene alojado un perdigón cerca del corazón y los médicos no tienen previsto extirparlo por ahora debido a su avanzada edad.

Si esa pieza de metal se moviese, podría obstruir un vaso sanguíneo o afectar a algún órgano, lo que supondría un peligro mayor para Whittington, que "está sentado, come comida normal" e incluso quiere ponerse a trabajar, según dijo Peter Banke, portavoz del hospital.

El herido sigue en la unidad de cuidados intensivos, pero sólo por motivos de "intimidad", indicó Banke. "Se está preguntando por qué se ha dado tanto bombo y platillo al asunto", dijo Banke.

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