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Valdo, un hermano de la víctima, recibe muestras de cariño, ayer. Al lado, un guardia civil custodia el Renault Megane que conducía Mari Ángeles tras recibir un disparo. Alfonso Durán / AGM
«Mi pareja me ha pegado un tiro»

«Mi pareja me ha pegado un tiro»

Una vecina de Las Torres, de 26 años, salva su vida después de recibir un disparo de su expareja cuando fue a pedirle la manutención de sus hijos

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Lunes, 26 de febrero 2018, 07:46

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Durante 1.300 interminables metros condujo aferrándose a la vida. Mari Ángeles huía de su expareja después de que esta supuestamente le hubiese disparado cerca de la empresa Linasa, cuando a lo lejos, en la calle Oltra Moltó, divisó una ambulancia estacionada junto a la Casa del Pulpo, una tienda de comidas para llevar, hasta la que se aproximó a toda velocidad para pedir auxilio a los sanitarios que estaban comprando comida. «Mi pareja me ha pegado un tiro». Fue lo poco que, exhausta por el esfuerzo, acertó a decir al personal médico, según fuentes de la Policía Local.

El Renault Megane que conducía, propiedad de su madre, quedó parado en mitad de la carretera, con la puerta del conductor abierta, mientras que los sanitarios la estabilizaban 'in situ'. «Venía con el tiro y ella misma ha parado la ambulancia», relataba un camarero mientras atendía a los clientes del bar marisquería El Suelas. Justo frente a este establecimiento seguía estacionado el vehículo de la víctima, en cuyo interior, según las mismas fuentes, «hay abundante cantidad de sangre».

La Guardia Civil y la Policía Local, de inmediato, se pusieron tras la pista de Luis Miguel A. R., alias 'El Espinete', expareja de Mari Ángeles, porque la madre, Francisca, les aseguró que su hija le dijo que «había quedado en verse con su expareja en una granja donde se encuentra trabajando y actualmente pernoctando». Los agentes de ambos cuerpos se desplazaron al paraje de La Pilica, que linda con el río Mula, y peinaron la instalación porcina.

'El Espinete', supuesto agresor, se entregó en la Comisaría del Carmen

«En la granja no se encuentra al agresor ni vestigios de ningún acto violento». No encontraron ni rastro de 'El Espinete', solo las pertenencias personales que guardaba en una caseta anexa, dentro de la propiedad, en la que malvivía desde que en 2016 se separó de Mari Ángeles.

«Al parecer, Luis había recibido una notificación para pasarle la manutención a Mari Ángeles», explicaron fuentes de la investigación. Tal extremo fue corroborado por un amigo de la víctima: «Había quedado con él para darle 100 euros para los niños». Un equipo de 'La Verdad' localizó el punto de encuentro, un parque a las espaldas de Linasa, por donde no pasa nadie, y en el que a las 16.02 horas de ayer todavía había restos de sangre sobre el asfalto.

Mari Ángeles R. R., de 26 años, se desplazó hasta allí sobre el mediodía de ayer y, al llegar, comenzó a discutir con Luis Miguel. «Hace más de un año que estaban separados, ella vivía con sus padres, pero él quería volver con ella». 'El Espinete' se acaloró tanto durante la discusión que acabó disparando a quemarropa, con una escopeta de cartuchos, a la madre de sus dos hijos, de 9 y 8 años. Durante la inspección visual de la zona, las citadas fuentes confirmaron que localizaron «un cartucho de escopeta». El amigo de la víctima clamaba indignado: «¡Le ha hecho una encerrona!». Mari Ángeles logró huir del parque de Linasa con el Renault Megane, a pesar de que había recibido un disparo en el costado derecho.

Tuvo el coraje de conducir el coche hasta la calle Oltra Moltó, donde fue atendida por los sanitarios de la ambulancia que ella misma detuvo. A las 12.35 horas fue trasladada de urgencia al Hospital Virgen de La Arrixaca. Después de ser intervenida, fuentes sanitarias indicaron que quedó ingresada en reanimación, «con pronóstico muy grave».

Las escenas de dolor comenzaron a sucederse frente al bar marisquería El Suelas porque hasta allí se desplazaron familiares y amigos de la víctima, mientras la Policía Judicial tomaba huellas del coche, ubicado dentro del cordón policial, tal y como lo abandonó la mujer. «¡Si vais a la granja o a La Ñora seguro que lo engancháis!», gritaba con impotencia, lágrimas en los ojos y apretando los puños Valdo, uno de los ocho hermanos de Mari Ángeles, a un guardia civil.

Lo que Valdo gritaba al agente ya lo sabían los investigadores, que primero rastrearon la granja en la que vivía 'El Espinete' y, posteriormente, movilizaron un fuerte dispositivo de la Unidad de Seguridad de Compañía del puesto de Las Torres, junto a la Policía Nacional, que se desplazó a una zona de viviendas sociales de La Ñora donde residen los padres del supuesto agresor.

Tres fallecidas en 2017

La Benemérita puso toda la carne en el asador para dar caza al sospechoso de este presunto caso de violencia de género, pero, tras dos intentos fallidos de localizarle, sobre las tres de la tarde una foto de 'El Espinete', de 33 años, comenzaba a circular: estaba en busca y captura. «Puede que se haya escondido en el campo», comentaba uno de los investigadores. Luis Miguel no tenía escapatoria, era cuestión de horas que se entregase, y así ocurrió, sobre las 17.30 horas, se presentó en la Comisaría de la Policía Nacional del murciano barrio de El Carmen como presunto autor del intento de homicidio de su expareja con arma de fuego. En 2017, tres mujeres murieron por violencia machista en Molina de Segura, Canteras (Cartagena) y Totana. Mari Ángeles jamás había denunciado a su expareja, anoche se debatía entre la vida y la muerte tras perder parte del hígado y un riñón de un disparo.

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