Borrar
Los escombros del horno, junto al Museo Antonio Campillo. F. G. L.
El horno de Los Carrillos es un solar

El horno de Los Carrillos es un solar

Los socialistas pedirán explicaciones en el Pleno por el derribo del emblemático edificio del siglo XIX

FERNANDO G. LOZANO

Jueves, 3 de agosto 2017, 02:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El horno de Los Carrillos ya es historia en Ceutí. La portavoz municipal socialista, Sonia Almela, criticó ayer esta nueva pérdida para el patrimonio histórico y cultural, y anunció que llevará al Pleno el derribo del emblemático edificio del siglo XIX, situado en la plaza de la Iglesia esquina con la calle Clavijo.

Almela califica esta desaparición «de un acto de absoluta irresponsabilidad y de falta de sensibilidad e interés por proteger el patrimonio del pueblo». Además, expresa su hartazgo porque «siempre seamos los vecinos los que salgamos perjudicados». Adelanta que en el próximo Pleno pedirá explicaciones al equipo de gobierno del Partido Popular. «Ceutí se queda sin otra parte importante de su legado histórico», la menta.

El horno de Los Carrillos era un edificio de dos plantas situado en la denominada área museística junto al Museo Antonio Campillo. En su planta baja, la construcción albergaba el único horno moruno que quedaba en pie en la población y que databa del siglo XIX. Estuvo en funcionamiento hasta hace poco más de una década, cuando el inmueble fue adquirido por el Consistorio, bajo el mandato del socialista Manuel Hurtado, con la intención de restaurarlo y destinarlo a un museo del pan y de los dulces típicos murcianos. La idea que se barajaba «era convertirlo en un museo activo que permitiera a sus visitantes, además de conocer sus instalaciones y utensilios, aprender a elaborar pan y dulces tradicionales mediante cursos y talleres», explica Almela. El proyecto también contemplaba que «la planta primera albergara de forma permanente la colección de obras del artista Saura Mira».

La última generación al frente de la panadería Carrillo, Francisco García y su mujer Loli, elaboraban las recetas siguiendo los procesos heredados de sus antepasados, horneándolos al calor de la leña. De hecho, fueron hasta el cierre de la panadería un bocado muy apreciado,. Con su demolición, lamenta Almela, «los ciudadanos de Ceutí no solo perdemos la posibilidad de volver a sentir el olor tan característico a pan recién hecho que cada día perfumaba la plaza de la Iglesia, sino también un trozo de nuestra historia».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios