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Ángel Torres Marín, ayer, apoyado en la barra del bar que regenta desde hace 24 años en Lorquí. Badía

«Me daba pena que la cría estuviese sin cenar»

Un hostelero recibe una brutal agresión de un cliente que iba con su hija, a quien invitó a un plato caliente. El dueño del bar sufre graves lesiones en el rostro al ser golpeado con una gran piedra; el atacante huyó después de despojarle de la recaudación y del móvil

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Miércoles, 22 de noviembre 2017, 02:58

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Cada vez que llegan Nochebuena y Nochevieja invita a su casa a cenar a dos inmigrantes ecuatorianos que se ganan las habichuelas en el campo. Y en las más de tres décadas que lleva trabajando detrás de la barra, un buen puñado de veces ...

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