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Nueve meses de cárcel por restregar caca de perro por la cara de su mujer

El juez condena a un vecino de La Unión pese a que la víctima rechazó declarar contra el agresor y «faltó a la verdad»

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Sábado, 20 de enero 2018, 08:48

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Nueve años de prisión y tres de alejamiento constituyen la condena que un juez de Cartagena ha impuesto a un vecino de La Unión, L.J.S.R.P., de 46 años, por los malos tratos y vejaciones a los que sometió a su mujer el pasado 13 de octubre. La sentencia recoge en los hechos probados que el agresor, que tenía sus facultades mentales levemente afectadas por el consumo de alcohol, golpeó la cabeza de su compañera contra un vehículo y además le restregó por la cara excrementos de perro.

Un elemento particularmente reseñable es que se haya dictado una sentencia condenatoria pese a que la víctima llegó «a faltar a la verdad» en su día, cuando aseguró que la contusión que presentaba en su mandíbula izquierda se la hizo al darse un golpe en su casa de forma accidental, y aunque también rechazó declarar en el juicio contra su marido.

La negativa de la mujer a señalar al maltratador no ha impedido que el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Cartagena, Álvaro Bellas, haya considerado acreditada la agresión y las vejaciones a las que fue sometida la víctima. Para ello ha tenido en cuenta las propias declaraciones efectuadas por el acusado durante la vista oral, pues reconoció parcialmente algunos de los hechos por los que estaba señalado. Así, admitió que esa semana La Unión estaba en fiestas y que estuvo «de borrachera continua», además de que el día de autos discutió con su mujer por la mañana y por la tarde. Y añadió que «podía ser que por la ingesta de alcohol le hubiera dado algún golpe (a su compañera) contra un coche». Incluso confesó que le restregó por la cara excrementos de un perro, aunque dijo que fue «como una broma» y que estaba arrepentido.

El agresor alegó que iba ebrio y que pringarle heces a su esposa solo se trató «de una broma»

A ello se suma la declaración de tres agentes de la Policía Local que intervinieron en el incidente y que relataron cómo al llegar a la casa la mujer se encontraba «terriblemente nerviosa, llorando y limpiándose restos de excrementos animales del rostro y del brazo, diciendo que su marido le había pegado y le había restregado heces de perro». Igualmente reseñaron que la mujer mostraba un hematoma en la mandíbula izquierda y que les había confesado que su marido le había pegado, aunque al médico que la asistió le dijo que se había dado un golpe accidental.

En base a todos esos datos, el juez califica de «pueril» la explicación del acusado de que solo se trató de una broma y asegura que el varón incurrió «en una conducta absolutamente ofensiva y denigrante en el ámbito de la pareja». Seguidamente sostiene que la agresión se caracterizó por su «brutalidad» y que esa conducta lo hace merecedor de una condena de nueve meses de prisión, tres años de alejamiento a más de 300 metros de la víctima y retirada del permiso de armas por dos años y medio.

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