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«A este mundo se viene a trabajar y a vivir limpio»

Los musulmanes que residen en la capital murciana condenan y se desmarcan de los atentados en Cataluña

MARÍA AGUILAR

MURCIA

Miércoles, 23 de agosto 2017, 01:41

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«Rechazo absoluto». Así de tajante se expresa Abdelaziz Nabouslsi, uno de los responsables del Centro Islámico Assalam, ante lo ocurrido el pasado jueves en Cataluña. Esta mezquita, situada en el barrio de El Carmen de Murcia, es un lugar de oración, reflexión y encuentro de muchos de los musulmanes que viven en la capital de la Región. Desde este centro no dudan en expresar su condena ante unos actos que, aseguran, «no tienen nada que ver con el islam y que lo único que hacen es manchar nuestra religión y taparse detrás de ella».

Adbelaziz insiste en mostrar su repudia ante unos actos que califica de «barbarie» y que dice no comprender. «Son fanáticos, son terroristas, son gente que no tiene sitio en esta tierra». Este musulmán admite además su tremendo pesar y su frustración al enterarse de lo ocurrido en Barcelona. «Me quedé helado. No entiendo lo que está pasando para mandar a cuatro o cinco chavales, uno hasta menor de edad, a hacer ese tipo de cosas».

Murcia es una comunidad que concentra a casi 80.000 musulmanes, lo que la sitúa como la sexta región con mayor número de ciudadanos pertenecientes a esta religión. Como muchos otros musulmanes residentes en esta tierra, Abdelaziz dice sentirse parte integrada de la sociedad y estar agradecido por el espacio y el acogimiento que ha recibido durante sus años en España. «Estás en tu tierra y vienes a Europa. Te estás ganando la vida aquí con esta gente y vienes a hacer esto... ¿Qué clase de yihadismo pretendes perpetrar?», se pregunta.

«Son fanáticos, son terroristas, son gente que no tiene sitio en esta tierra». Los vecinos aseguran no sentirse preocupados: «A muchos los conocemos y nos han invitado varias veces a sus celebraciones»

Una convivencia tranquila

Abdelaziz quiere hacer hincapié además en el rechazo que desde este centro islámico sienten hacia la palabra yihad que, asegura, poco tiene que ver con la religión que profesan.

«A este mundo a lo que se viene es a trabajar y a vivir limpio. No hay otra cosa», concluye. Este musulmán practicante expresa también su preocupación y condena ante los actos terroristas que se han venido produciendo en los últimos meses en distintos puntos de Europa, y apunta a la necesaria intervención de las autoridades para erradicar una lacra que, asegura, está creciendo sin control. «Los gobiernos tienen que buscar las raíces de estas organizaciones, porque, si no lo limpian en profundidad, la situación va a ir a peor», advirtió.

Sobre las reacciones en la comunidad islámica de Murcia, Abdelaziz asegura que, aunque ha pasado poco tiempo desde lo ocurrido en Cataluña, las conversaciones sobre los atentados no han dejado de aparecer en los últimos días. A pesar de esto, manifiesta que la relación con los vecinos siempre ha sido buena y que no han notado algún tipo de comportamiento racista o islamófobo desde los atentados del pasado jueves. «Ellos nos conocen, llevamos ya muchos años aquí y nunca hemos tenido problemas», remarca. «No hemos sufrido ningún tipo de rechazo ni hemos tenido enfrentamientos con nadie».

Tampoco los vecinos dudan en corresponder a las sensaciones de Abdelaziz y corroborar la buena relación de la que gozan en el barrio. «Son gente buena; a muchos los conocemos e incluso nos han invitado varias veces a comer con ellos y a sus celebraciones», aseguran Francisco García y su mujer, Lucía, dueños de una ferretería situada justo enfrente de la mezquita. Este matrimonio afirma no sentirse para nada preocupado ni asustado por vivir en una calle tan frecuentada por quienes practican otra religión. «Aquí nunca ha pasado nada ni creemos que vaya a ocurrir», dicen, mientras señalan la calle, que no puede parecer más tranquila.

Francisco y Lucía insisten en el buen trato que mantienen con la comunidad musulmana desde que el anterior imán de la mezquita se volvió a Marruecos, dejando paso a su sucesor, a quien describen como «un hombre muy agradable que no ha hecho sino mejorar aún más la relación que tenemos con ellos». Además de este matrimonio, los vecinos y dueños de establecimientos de esta barriada preguntados por 'La Verdad' aseguran sentirse totalmente tranquilos.

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