El tejido comercial alcanza los 3.000 empleos y factura tres millones mensuales

Después de años de penuria económica, el tejido comercial parece que empieza a ver la luz al final del túnel. El sector, azotado no solo por la crisis global sino también por las circunstancias especiales de un municipio que está demasiado cerca de la capital (con sus pros y sus contras), presenta ahora unos datos que pueden invitar al optimismo, según la asociación de Comercios y Profesionales (COM-PRO), que tiene unos 350 asociados. Un estudio de mercado encargado por este colectivo, y realizado entre los meses de octubre y noviembre de 2016, refleja un mejor estado de salud de los pequeños y medianos empresarios de la localidad, que han incrementado sus ventas una media de un 5% al cierre del ejercicio pasado.

Antonio Lozano, presidente de COM-PRO, explica que en Molina existen unos 465 comercios, incluidos servicios profesionales diversos, además de otros 165 establecimientos de hostelería. Entre las más de 600 pequeñas y medianas firmas del término municipal generan unos 3.000 puestos de trabajo y facturan unos tres millones de euros mensuales, es decir, 36 millones al año.

Nuevos establecimientos

En el último ejercicio han abierto medio centenar de locales nuevos, que no son heredados, mientras que los negocios de segunda generación representan el 10% del total. El presidente de COM-PRO precisa que solo quedan en Molina diez empresas de tercera generación, una de ellas la suya, Piensos Lozano-Mascota Jardín, que transita hacia una cuarta. Los nuevos negocios son muy diversos, desde academias y librerías hasta perfumerías y peluquerías, pasando por gimnasios, supermercados o clínicas dentales, entre otros.

Ahora bien, el estudio de mercado realizado en todo el término municipal refleja muchas carencias y se reclama una mayor implicación de la Administración. Lozano aboga por conseguir, con la colaboración del Ayuntamiento, que el municipio sea «atractivo» para realizar compras. Para ello considera necesario mejorar algunos aspectos estéticos y comerciales de la localidad, implicando a diversas áreas municipales y creando una «mesa de trabajo» con representantes de las concejalías de Comercio, Turismo, Participación Ciudadana y Fiestas Locales, entre otras.

COM-PRO solicita al Consistorio su colaboración para elaborar una bolsa de locales comerciales disponibles en los que se pueda abrir un negocio «con garantías de éxito», con rebajas en el precio y sin licencia de apertura.

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