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Corte al tráfico de un túnel de salida de las urbanizaciones de Molina.
Molina exige un plan para no ahogarse

Molina exige un plan para no ahogarse

Los temporales de lluvia y granizo han ocasionado pérdidas por más de diez millones en la última década

Juan Luis Vivas

Domingo, 13 de julio 2014, 00:29

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Inundaciones cada vez que llueve de forma torrencial. Tampoco el Gobierno regional -ni antes con Valcárcel ni ahora con Garre- se ha calentado mucho la cabeza para resolverlo, pero ya ha llegado el momento de hacerlo, «sin paños calientes», tal y como indicaron todos los miembros de la Corporación molinense en el último Pleno. Ha llegado la hora de que se ponga el dinero sobre la mesa para ejecutar las obras de un plan que comenzó a gestarse hace más de diez años, está aprobado y sólo falta incluirlo en los presupuestos del Estado.

«Deberíamos cerrar todos los comercios y no abrir hasta que no se solucione el problema», indica con indignación Milagros, cocinera en el restaurante Cuatro Rosas, establecimiento de la calle San Juan que sufre, como muchos otros de la zona, los devastadores efectos de las inundaciones cada vez que llueve, como ocurrió el pasado 17 de junio. Para Milagros, que dice haber sufrido siete riadas, las obras en plaza Europa han provocado que el agua llegue con más fuerza a los locales que están situados en el otro lado de la calle San Juan.

El sentir de esta mujer resume el estado de ánimo de muchos molinenses, incluidos sus cargos electos en el Consistorio. «Aunque salgamos en los telediarios todos los años, Molina no es prioritaria», lamentó el concejal de UPyD, Rafael Ortega, en el último Pleno, donde por enésima vez se aprobaron dos mociones de PSOE y Ciudadanos sobre esta cuestión. «No podemos permitir que se arreglen solo los problemas de Espinardo, Lorca, Puerto Lumbreras&hellip ¿Nosotros qué tenemos que esperar, que haya un muerto en el asfalto un día que llueva mucho?», alertó el portavoz socialista, Antonio Gomariz.

La inacción de otras administraciones ha provocado el hartazgo de los vecinos. El Gobierno local ahora sí estudia la posibilidad de pagar las obras, pero para eso también hay que pedir permiso al Gobierno de Rajoy, Montoro y compañía. Si el Ayuntamiento decide desembolsar, tendría que recurrir a un préstamo y el Ministerio de Hacienda pone severas condiciones para pedirlo.

Sea como sea, como indicó el concejal de Ciudadanos, Estanislao Vidal, lo cierto es que casi todo el mundo coincide en que Molina necesita urgentemente que se acometan las obras para poner fin a los cuantiosos daños que sufre el municipio cada vez que arrecia la lluvia.

Sin víctimas, pero con daños

No ha habido muertos hasta la fecha, pero el balance de la última década arroja unos datos escalofriantes: desde 2010 hasta ahora ha habido cuatro episodios de lluvias torrenciales y tormentas de granizo que han provocado daños por valor de más de 1,6 millones de euros en servicios municipales y vías públicas.

Los sucesoss más traumáticos ocurrieron el 13 de agosto de 2010 -casi 450.00 euros en daños- y el 28 de septiembre de 2012 -cerca de 900.000 euros-, declarándose zona catastrófica en este caso. El pasado 17 de junio la lluvia y el granizo dejaron pérdidas por valor de 28.000 euros. Si el balance se amplia a la última década, se podría hablar de unos 2 millones de euros de pérdidas económicas en los servicios públicos.

Pero en ese balance no se tienen en cuenta los perjuicios económicos que se producen como consecuencia del anegamiento de viviendas, sótanos, locales comerciales o vehículos, entre otros, que se estima muy superior y que unas veces cubre el Consorcio de Seguros, pero otras no.

En agosto de 2010, la lluvia vino acompañada de granizo, que causó destrozos en muchos vehículos y viviendas, hasta el punto de que la OMIC recibió 1.026 reclamaciones, además de otras 295 por inundaciones en bajos y casas, estimándose daños por valor de 2.642.000 euros.

La cuantía fue aún mayor en septiembre de 2012. En este caso la OMIC atendió 832 reclamaciones por daños en turismos y otras 211 por desperfectos en propiedades diversas, cifrándose los daños en 3.129.000 euros.

Por tanto, se puede deducir que las tormentas de agua y granizo han ocasionado daños en Molina por un importe que ronda los 10 millones de euros en servicios públicos y propiedades privadas.

Errores urbanísticos

El desarrollo urbanístico en dirección a la carretera del Chorrico y a las urbanizaciones ha agravado el problema porque la localidad está atravesada por una rambla de este a oeste; es decir, de Altorreal a La Alcayna hasta el barrio de Santa Rita. Hace años, antes del 'boom' urbanístico, cuando llovía fuerte, el agua tardaba dos horas en llegar al casco urbano. Ahora, en menos de media hora se inundan las vías que atraviesan la rambla del Chorrico.

La solución planteada es un proyecto debatido hasta la saciedad en el Consistorio molinense, en la Asamblea Regional y en el Congreso de los Diputados, ya que los primeros estudios se encargaron en junio de 2003. El plan de avenidas plantea una derivación de caudales desde la rambla del Chorrico a la de las Canteras y los Calderones mediante dos grandes colectores, de 2,5 metros de diámetro.

No todo el mundo está de acuerdo con el plan propuesto. Entre los que se oponen está la asociación de vecinos San Roque, que elaboró un estudio en el que indicaba que construir una tubería subterránea que pase por los barrios de El Carmen y San Antonio representaría trasladar el problema de las inundaciones de Cañada de las Eras a la rambla de los Calderones.

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