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Manuel Noguera, jefe de Disciplina Ambiental, y Antonio Gómez, de Getnisa, comprueban la red de chimeneas que canaliza el gas metano del vaso 3.

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Manuel Noguera, jefe de Disciplina Ambiental, y Antonio Gómez, de Getnisa, comprueban la red de chimeneas que canaliza el gas metano del vaso 3. Javier Carrión / AGM

Medio Ambiente inyectará 1,8 millones para la recuperación del vertedero de Abanilla

El Gobierno valenciano estudia aportar 1,3 millones; en febrero se retomarán los trabajos desmantelando una balsa de lixiviados

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Lunes, 15 de enero 2018, 07:57

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Dos parejas de águilas reales han vuelto a recuperar como parte de su área de campeo las 45 hectáreas del LIC Sierra de Abanilla que masacró la actividad del 'Prestige de las basuras': el vertedero de Proambiente. Es el mejor síntoma de que los trabajos de restauración y sellado que está ejecutando la Dirección General de Medio Ambiente están recuperando los hábitats y la fauna de la zona. En febrero se iniciará la última fase del proyecto, previa a la clausura definitiva y vigilancia de las instalaciones durante treinta años, para la que el Gobierno regional destinará 1.818.716 euros, de los que el Ministerio aportará entre 200.000 y 300.000 euros.

«Será la restauración ambiental definitiva para devolver el terreno a su estado original», asegura el director general de Medio Ambiente, Juan Madrigal. El proyecto tendrá una duración de doce meses, hasta febrero de 2019, «pero si podemos acortar los plazos lo haremos», indica Madrigal mientras muestra un mapa que acota el área de actuación de los trabajos en 47 hectáreas y que pone de manifiesto que el Ayuntamiento de Orihuela llevó razón antaño, cuando denunció que la actividad del otrora magnate de las basuras Ángel Fenoll invadía su término municipal.

La restauración ha revelado que el vaso 3 se 'comió' 22.000 metros cuadrados de suelo alicantino y que Fenoll habilitó otro vaso, el 'C', en tierras valencianas. La actividad de Proambiente, admite Madrigal, «rompió la conectividad ecológica de la Red Natura 2000 y de los LIC Sierra de Abanilla y Sierra Sur de Alicante».

En la ladera de un barranco próximo al vaso 1 y 2 había enterradas cinco cubas de camiones con cemento

Por ello, los trabajos se ejecutan en coordinación con el Gobierno valenciano y para esta nueva fase podrían aportar 1,3 millones, que se sumarían a los 1,8 de Murcia. A falta de que el contenido de la última parte de la restauración del vertedero y el presupuesto reciban el visto bueno de la Oficina de Supervisión de Proyectos y del Consejo de Gobierno, lo que está claro es que a partir de febrero se dará prioridad al desmantelamiento de la balsa de lixiviados.

Un equipo de 'La Verdad' recorrió las instalaciones el pasado jueves y comprobó cómo almacenan todavía entre 1.500 y 1.700 metros cúbicos de lixiviados. La balsa se proyectó mal, en alto, de forma que en función de como sople el viento causa malos olores en la pedanía abanillera de Los Carrillos. Medio Ambiente también quiere habilitar nuevos pozos de control de lixiviados y construir cunetas de hormigón para conducir las aguas de escorrentías hacia cauces públicos.

Además, se acondicionarán las pendientes del vaso 3 de Abanilla-Alicante, del 0 y del H. Se estima que se necesitarán 120.000 metros cúbicos de tierra para la capa de cobertura que se aplicará a los vasos para que la basura enterrada ilegalmente deje paso en la sierra abanillera a la proliferación de romero, esparto, tomillo, espino negro... Para ello se negocia con agricultores de Abanilla y de la pedanía oriolana de La Murada, para que cedan tierra de fincas agrícolas sin explotar, que carecen de mantenimiento y que serían desbrozadas gratuitamente por la Dirección General.

«Nos interesa el material de desbroce porque es tierra vegetal, que lleva materia orgánica y raíces que enriquecen el suelo», explica de forma didáctica José Manuel Mazón, de la dirección de obras de Getnisa. «Se pueden hacer varias cátedras con este proyecto», ironiza ante todas las dificultades que han tenido que salvar en la primera fase de la restauración: desde el riesgo de incendio por la acumulación de gases a los problemas de estabilidad de los vasos. «Había grietas de metro y medio de ancho por ocho metros de profundidad por las que se podía colar la maquinaria».

El zoo venía con sorpresa

También encontraron sorpresas, ya que Getnisa lleva contabilizados diez vasos de vertido, de los que solo estaban legalizados el 1, el 2 y el 3. Mazón se conoce el vertedero como la palma de su mano y se lo muestra a este diario «de oriente a occidente», de Orihuela hacia Abanilla. «Debajo del zoológico estaba el vaso primigenio de Proambiente». Tal perforación data de 1999, mientras que los niños acudían a ver los tigres de Fenoll, la basura ya se enterraba supuestamente en el subsuelo. «Hemos encontrado enterradas hasta botellas de la antigua Mirinda».

El agujero lo fueron ampliando presuntamente hasta toparse con la tubería que conduce agua de la Sierra de Quibas al campo de Elche. «Lo descubrimos porque hicimos una trinchera para sacar el agua pluvial y nos topamos con el vaso debajo del zoo». La instalación para animales y el agujero no solo están desmantelados, sino que en la cubierta de tierra, enriquecida con compost, empiezan a asomar las primeras matas de los hábitats vegetales que hubo antaño. La 'tournée' por el 'Prestige' prosigue hacia las naves y, de camino, vemos cómo de una ladera sale una 'lengua' de plásticos. Claro ejemplo del enterramiento ilegal de residuos que ha llevado a la Fiscalía a solicitar penas que suman más de 34 años para el clan de los Fenoll.

Para destapar todos estos puntos negros, Getnisa ha analizado foto a foto el histórico de imágenes de Google, ha realizado sondeos y se han entrevistado con extrabajadores de la planta. «Localizamos cinco cubas de camiones con hormigón enterradas en un barranco a los pies del vaso 1 y 2», ejemplifica Mazón. Además, la nave de la que salía el rechazo se levantó sobre otro vaso ilegal. Su compañero Antonio Gómez lamenta que «era un desastre total».

¿Quién saboteó los trabajos?

Las instalaciones se han convertido en objeto de deseo de los ladrones: al fondo de una de las naves, los transformadores están reventados y alguien ha dejado liadas decenas de metros de cable, para pelarlo y extraer el cobre. Mazón hace un inciso en este punto para mostrarnos una línea habilitada en paralelo a la de triaje de vidrio, plástico, cartón...

«Fuera hay una tolva de recepción que va a esa línea y creemos que los camiones descargaban la basura y pasaba por la línea sin triaje hasta un molino que la trituraba para hacer CDR». El famoso Combustible Derivado de Residuos que comercializaba Proambiente.

Otro de los vasos ilegales descubiertos por Getnisa es el W, construido a la espalda de la nave de almacenamiento de productos valorizados. «Tiraron parte del muro trasero y abrieron un agujero». De camino al vaso Abanilla-Alicante (3) nos encontramos con el personal de mantenimiento que dos veces a la semana inspecciona la planta. «Todo está confinado y se está cumpliendo el ciclo», confirma Pedro Martínez, de Tessal.

No siempre fue así, ya que en cinco ocasiones cortaron con un cuchillo la red de tuberías que conduce los lixiviados a las dos balsas ejecutadas por el Gobierno regional. «Alguien estaba interesado en que siguiera la polémica del vertedero», zanja Manuel Noguera, jefe del Servicio de Disciplina Ambiental. Hubo que instalar cámaras de seguridad para espantar a los autores de los ataques.

Los 3.338.563 euros invertidos entre octubre de 2015 y noviembre de 2017 han permitido retirar 51.000 metros cúbicos de material sin gestionar de la planta de compost, estabilizar taludes y sellar vasos de vertidos, además de habilitar 28 pozos de captación de lixiviados, tres estaciones de bombeo, un sistema de drenaje y una red de tuberías que se enroscan como una serpiente por la sierra.

Chapapote abanillero

Hay trece puntos de control de sondeo piezométrico para analizar con una sonda la calidad del agua y en febrero se habilitarán otros ocho. «Con esto tenemos controlado perimetralmente el subsuelo», subraya Mazón. La red de tuberías se ha hecho doble por seguridad, ya que la primera línea fue obstruida por el lixiviado. Las aguas negras de la mercantil son únicas en España, porque sobre ellas flota una capa de combustible, grasas y aceites, y fue necesario impermeabilizar la canalización y habilitar un desengrasador previo a la arqueta que bombea a la balsa intermedia.

El equipo de 'La Verdad' empieza a notar el paladar amargo por el olor fétido a gas sulfídrico que emana de los 30 pozos de control del vaso 1 y 2. Nos asomamos a uno y comprobamos que dentro hay una capa negra, similar al chapapote. Al pasar este punto, llegamos a la balsa ejecutada por la Comunidad para albergar 50.000 metros cúbicos de lixiviados. «Está encajonada en arcilla, sobre lámina de polietileno y cuenta con un sistema de medición en continuo que envía al móvil un mensaje diario, informándonos del nivel de lixiviados (27.367 metros)». La última parada de la expedición es la balsa que se desmantelará en febrero. Justo al lado, está el vaso 5, ya clausurado y sobre el que las lluvias caídas han generado un micro hábitat con cañizo y taray. «Al final la naturaleza se abre camino».

El gas metano produce 650 kilovatios por hora

La Dirección General de Medio Ambiente no solo ha derivado ya 13.785 metros cúbicos de lixiviados a un gestor autorizado, sino que está convirtiendo en energía eléctrica gases de efecto invernadero, como el gas metano, que acumula el vertedero. En cada vaso, en función de su estructura y pendiente, se ha empleado una capa de arcilla o lámina de polietileno para aislar la masa del residuo, evitando la salida libre del gas y las filtraciones de lixiviados. Una vez estabilizados los vasos y conducido el lixiviado a la red de drenaje, sobre la capa de impermeabilización, va la tierra, enriquecida con compost, y se ha instalado una red de chimeneas de extracción. Un total de 43, por el vaso 1 y 2, vaso 3 y vaso inicial. La empresa Abanilla Energía es la encargada de controlarlas, vertiendo a la red eléctrica 650 kilovatios por hora los siete días de la semana. Las chimeneas se clavan en el vaso y conducen el metano a dos filtros que quitan las impurezas. Luego, una turbina extrae el gas para convertirlo en energía. Los trabajos de restauración han producido ya 48.497 megavatios.

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