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Pilar Sola. Alfonso Durán / AGM
«La Madriguera es una alternativa que rompe con los típicos teatros»

«La Madriguera es una alternativa que rompe con los típicos teatros»

Pilar Sola Actriz y coordinadora de La Madriguera

MINERVA PIÑERO

Viernes, 18 de agosto 2017, 09:03

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Fascinada por el mundo del espectáculo desde que observaba con atención los brillantes vestuarios televisivos durante su infancia, Pilar Sola, junto con dos locos amantes del teatro, ha conseguido sacar del cajón de los proyectos La Madriguera, un rincón cultural no lucrativo que recibe con los brazos abiertos cualquier tipo de creación artística. Tras convertir un antiguo local de ensayo en una acogedora sala de teatro alternativo, en Beniaján, desde 2012 la agenda de La Madriguera está plagada de talleres, ensayos y actuaciones los siete días de la semana.

-¿Qué tiene de especial La Madriguera?

-Es una gran sala de estar artística, un espacio en el que una lámpara puede ser el tambor de una lavadora o una cabina técnica puede estar fabricada con cuatro hierros y una escalera de piscina. Esta alternativa, agradable y familiar, rompe con los típicos teatros de Murcia: la gente puede disfrutar del espectáculo en un ambiente más distendido y personal dentro de La Madriguera. Por otra parte, al artista le permite observar de cerca las reacciones del público. Cuando hay ganas e imaginación, la falta de recursos se alía con la persona y hace que el ingenio se dispare.

-Cuando se fundó, ¿qué objetivo perseguía?

-La finalidad principal era crear un intercambio directo y sincero entre el público y el artista. Además, también hemos apoyado y fomentado distintas actividades culturales y disciplinas artísticas en Murcia colaborando con otras asociaciones, como Murcia Flamenca. Por ello, podemos decir que es un espacio abierto a todos los gustos donde se puede compartir cualquier tipo de creación, una especie de comunidad de locos que busca una forma de ocio diferente. En las actuaciones, el público apoya con pequeñas aportaciones voluntarias las producciones de los artistas.

-¿Se ha convertido en una alternativa frente a los grandes teatros?

-En La Madriguera aprovechamos para realizar preestrenos o proyectos más arriesgados que no tienen cabida dentro de las programaciones comerciales. Es una prueba de fuego con el público, ya que el artista a veces necesita romper el hielo para saber si su obra va a funcionar. Los principales coliseos de Murcia, como el Romea o el Teatro Circo, presentan programaciones muy concretas y, aunque a veces apuestan por obras un poco más arriesgadas, no dejan de traer cosas comerciales que saben que van a funcionar. Muchas de ellas, con cabeza de cartel televisivo. Como los artistas locales no pueden competir contra estas escenificaciones, en La Madriguera encuentran su espacio. De esta forma, el público también tiene la oportunidad de ver algo que no ofrecen otros sitios.

-¿Cómo se expande entre los amantes de este mundillo?

-Principalmente, funciona con el boca a boca. Murcia es pequeña y, en el ámbito del arte y de las artes escénicas, nos conocemos todos. De los 220 socios con los que aproximadamente cuenta La Madriguera, un 75% son artistas locales que están interesados en ver trabajos de otros compañeros y en estrenar proyectos propios para ver cómo responde el público. Como la experiencia suele ser positiva, repiten.

-¿Debería el teatro estar mejor valorado en la sociedad?

-Sin duda, no ocupa el lugar que debería. Partiendo de la educación de los niños, debería tener mayor importancia desde la infancia. En Londres, por ejemplo, existe un público que desde pequeño está acostumbrado a ir al teatro y, además de las grandes salas, en todos los barrios podemos encontrar pequeños locales que exponen infinidad de obras. En España, la cultura teatral no ha corrido la misma suerte que en otros países europeos. Como las administraciones públicas convirtieron el teatro en una actividad gratuita e institucional para incentivar que el público asistiera a los estrenos, parece que si no regalas las entradas de teatro, la gente no se interesa en asistir a verlo si no actúa el frutero de Aída o Concha Velasco. Realmente, no existe una cultura teatral y el público es bastante minoritario.

-Además de coordinar La Madriguera, trabaja como actriz. ¿En qué proyecto escénico se encuentra sumergida?

-Actualmente, aprovecho mi tiempo trabajando en Zoo Cabaret, una obra que combina tanto el género humorístico como musical. Apoyado en un gran componente visual, ha tenido bastante éxito. Después de 17 espectáculos distintos y varios especiales en el ámbito local, puede que Zoo Cabaret traspase las fronteras regionales. De momento, el 1 de septiembre estaremos por los escenarios del castillo de Lorca.

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