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Andrés Alarcos, Fulgencio Gil y Sandra Martínez, junto con los obreros de Empleo, fueron los primeros, este viernes, en recorrer las Alamedas. J. I. / AGM
Los robos de las mejores plantas de las Alamedas obligan a reponerlas a diario

Los robos de las mejores plantas de las Alamedas obligan a reponerlas a diario

El alcalde hace un llamamiento al civismo durante la inauguración de estos espacios para evitar gastos de más de 2.000 euros

Pilar Wals

Lorca

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Sábado, 5 de mayo 2018, 11:44

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«Selectivos, muy selectivos. No se llevan cualquier planta, sino la mejor. Han desaparecido las más caras. Los setos ni los han tocado». Así se refirió este viernes el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, a los ladrones que de forma sistemática se llevan las plantas de las Alamedas. Las obras de remodelación integral de los paseos de la Constitución, Ramón y Cajal y Corregidor Lapuente sufrieron un aumento en el presupuesto inicial de más de dos mil euros por los hurtos que se han producido durante los trabajos. La situación llegó a tal extremo que se optó, según explicó la concejal de Desarrollo Local, Sandra Martínez Navarro, por esperar hasta que la remodelación estuviese en la fase final para colocar las plantas y así evitar que el día de la inauguración, este viernes, hubiese faltas en los parques y jardines.

Los jardineros se tuvieron que afanar durante la mañana del pasado viernes para colocar los ejemplares más preciados, solo unas horas antes de que se inauguraran de forma oficial. La apertura de estos espacios corrió a cargo del alcalde y la concejal de Desarrollo Local, a los que acompañaba el arquitecto técnico de las obras, Andrés Alarcos, y la casi una treintena de operarios de Empleo. Fueron unos privilegiados al recorrerlas en todo su esplendor. «Se lo tenían merecido, porque han hecho un trabajo ejemplar y debían disfrutar los primeros de lo magníficos que han quedado los paseos de las Alamedas», señaló Martínez.

Las obras fueron una auténtica odisea por los constantes robos. «Se colocaban los distintos ejemplares que iban a conformar los jardines y al día siguiente muchos de ellos habían desaparecido», contó la edil de Empleo. Lo curioso, insistió, es que solo desaparecían los de mayor coste. «Los setos están completos. No ha habido ninguna pérdida, quizás porque su precio es mínimo, pero de otras especies los robos han sido de prácticamente todos los ejemplares que se colocaban».

El coste del vandalismo

Las cifras superaron con creces los dos mil euros, aunque a ellas habría que sumar el trabajo de la reposición. En ocasiones al arrancar la planta también se daña el sistema de riego, con lo que los costes se incrementan aún más. Los daños por actos vandálicos se incrementaron considerablemente el pasado año. Las roturas de cristales de farolas, papeleras, robos de plantas y los grafitis en el mobiliario urbano sumaron, según el concejal de Fomento e Infraestructuras, Ángel Ramón Meca Ruzafa, unos 120.000 euros.

El alcalde hizo un llamamiento al civismo para evitar este tipo de situaciones que «suponen elevados costes a las arcas municipales».

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