Las fugas en Valdeinfierno obligan a trasvasar sus reservas a Puentes

El pantano de Puentes muestra estos días una imagen poco habitual. Almacena nueve hectómetros cúbicos que permiten que desde la presa la vista se pierda viendo el azul intenso que muestra el agua. El nivel ha subido considerablemente después del trasvase efectuado desde el pantano de Valdeinfierno. Las lluvias dejaron cinco hectómetros cúbicos que han sido traspasados a Puentes con intención de perder el mínimo posible de agua, según afirmó en declaraciones a 'La Verdad' el presidente de la Comunidad de Regantes de Lorca, Juan Marín. Explicó que el pantano de Valdeinfierno no almacena agua, ya que la presa presenta importantes grietas que llevan a que se vacíe, por lo que se tomó la decisión de enviarla a Puentes.

En el camino se perdió un hectómetro cúbico de agua. «Realmente no se pierde, ya que de ella se nutren los acuíferos, pero es cierto que durante el recorrido la cantidad quedó reducida de cinco a cuatro hectómetros cúbicos», apostilló Marín. La llegada de tal cantidad a Puentes ha subido el nivel hasta los nueve hectómetros, lo que garantiza los riegos a los regantes para los próximos meses, después de tres años de sequía. «Ha llovido y lo ha hecho de forma copiosa, pero sin dañar, a excepción de algunas zonas de Campillo. Hemos tenido un invierno bastante bueno en cuanto a precipitaciones. Era necesario, porque hemos pasado unos años muy complicados», recordó el presidente de los regantes.

El verano pasado el pantano almacenaba únicamente el caudal ecológico exigido, en torno a un hectómetro cúbico, que impidió que se pudiera extraer más agua a pesar de las necesidades de los agricultores. Las lluvias registradas este invierno han aumentado el caudal hasta los cinco, a los que se han sumado los cuatro aportados por Valdeinfierno. «Tenemos en estos momentos nueve hectómetros cúbicos de agua en Puentes, una cantidad que hacía mucho tiempo que no se registraba», insistió Juan Marín.

Sin heladas en el campo

Las lluvias de los últimos meses han permitido a los agricultores ahorrarse entre tres y cuatro riegos, según Marín. Dijo que «no se han registrado heladas. En diciembre y enero prácticamente no ha habido que regar y la nieve caída no hizo daño porque se derritió con la lluvia de los siguientes días. Únicamente la tromba de agua afectó a la alcachofa en una zona muy concreta, en Campillo».

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