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Agustín Llamas y Juan de Dios de la Hoz, ayer, contemplando los restos que quedan de la Fuente del Oro.
La recuperación de la Fuente del Oro aportará un nuevo escenario cultural

La recuperación de la Fuente del Oro aportará un nuevo escenario cultural

El «ingenio hidráulico», como lo califica el arquitecto redactor del proyecto, sufrió tras el terremoto el desplome de varios lienzos de muro

P. W. R.

Viernes, 22 de julio 2016, 00:57

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En otoño está previsto que se inicie la restauración de la histórica Fuente del Oro en la que se invertirán 265.000 euros que financiará el Gobierno regional a través del plan director para la restauración del patrimonio de Lorca tras los terremotos de mayo de 2011. Así lo anunciaron ayer el concejal de Cultura, Agustín Llamas, y el arquitecto redactor de los trabajos, Juan de Dios de la Hoz, que aseguraron que las obras tendrán un plazo de cuatro meses, aunque estas podrían alargarse en función de las prospecciones arqueológicas previstas.

«La intención es documentar algún resto del lavadero público. El edificio nazarí con arcos fue destruido, pero sabemos que puede haber restos de esas arcadas. El final de las obras dependerá de los hallazgos que se produzcan durante el proceso», detalló De la Hoz. Destacó que en su momento se trató de un proyecto muy importante. De hecho, el primer boceto fue encargado al arquitecto que diseñó la Catedral de Murcia, Jaime Bort. «Este se descartó, para finalmente encargárselo a Juan de Uzeta». Ambos proyectos se encuentran en el Archivo Histórico Municipal.

La Fuente del Oro fue construida en el siglo XVIII. Abastecía a la población de agua. «La gente iba con sus cántaros a recoger agua para sus casas, pero también se llevaba a las bestias para beber y en el lavadero se lavaba la ropa. Era un lugar de gran importancia para la población en aquella época», explicó Llamas.

El terremoto provocó el desplome de varios lienzos del muro. La intención es recuperar todo el conjunto para que vuelva a ofrecer la imagen de antaño. Sin embargo, su uso será muy distinto, ya que se pretende ponerlo en valor turísticamente, pero también culturalmente. «Para acceder a él hay una pequeña pendiente que se puede utilizar como anfiteatro y frente a este se va a construir una escalinata. Su rehabilitación nos permitirá divulgar este lugar, pero también se convertirá en un espacio donde poder celebrar actos culturales», indicó el concejal de Cultura.

Paneles informativos, mobiliario urbano, una iluminación acorde... serán algunos de las mejoras que se ejecutarán en el lugar. Del monumento apenas se puede ver una parte de él, ya que prácticamente se encuentra enterrado. Algunas de sus piedras de sillería han desaparecido, pero aún aparece su nombre labrado.

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