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A. S. / P. W. R.
Viernes, 9 de octubre 2015, 00:33
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El terremoto de mayo de 2011 llevó al traste los proyectos de ampliación del patrimonio del Paso Blanco y del Paso Azul. Los esfuerzos económicos previstos para esos menesteres tuvieron que ser destinados a rehabilitar no solo sus sedes religiosas (la capilla del Rosario y la iglesia de San Francisco, respectivamente), sino también distintos enseres que sufrieron daños como consecuencia de los seísmos.
Las dos cofradías han recibido en los últimos años importantes partidas económicas para apoyar las obras, cifradas ayer por la consejera de Cultura y Portavocía, Noelia Arroyo, en 4,6 millones de euros. Sin embargo, esta cantidad es insuficiente, como argumentaron ayer tanto el presidente del Paso Blanco, Lázaro Soto, como el del Paso Azul, José María Miñarro. Ambas cofradías están embarcadas en proyectos que pretenden engrandecer el patrimonio de blancos y azules en un momento fundamental para la ciudad, por sus aspiraciones para que el arte del bordado de Lorca y su puesta en escena en los desfiles bíblico pasionales sea declarado Patrimonio Inmaterial de la humanidad de la Unesco. El Paso Blanco y el Paso Azul pretenden dar mayor protagonismo al bordado no solo con espacios destinados a su exposición, sino también a su fomento y difusión.
Arroyo recorrió ayer, junto al presidente del Paso Blanco y la presidenta del Coro de Damas de la Virgen de la Amargura, María José Ruiz Cervera, la capilla del Rosario y la iglesia de Santo Domingo. Conoció de primera mano las obras de la futura Casa del Paso Blanco y sede de la Fundación Santo Domingo. Lázaro Soto aseguró que la visita de la consejera venía «a corroborar lo que hablamos recientemente con el presidente de la Comunidad Autónoma, cuando nos recibió en San Esteban. Ha querido conocer nuestros proyectos, entre ellos, la nueva Casa del Paso cuya primera fase está en marcha, pero que sin la ayuda de la Comunidad no podremos culminar».
Con el presidente del Paso Azul, la presidenta de la Asociación de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, Joaquina Gil, y el presidente de la Fundación Paso Azul, Andrés Jesús Espinosa Carrasco, la consejera visitó el Museo Azul de la Semana Santa, Mass, que abrió sus puertas poco antes del verano. Miñarro agradeció que hubiera acudido a Lorca a conocer el patrimonio de los azules y le propuso la celebración de un Consejo de Gobierno en el claustro del antiguo convento de San Francisco. Noelia Arroyo afirmó que le hará llegar la propuesta al presidente Sánchez y señaló que el marco era incomparable.
Una puntada en oro
El presidente del Paso Azul le habló de los proyectos futuros de la cofradía, entre los que se encuentran concluir las obras del Mass, para lo que es necesario contar con aportaciones extraordinarias del Gobierno regional. «Hemos querido darle las gracias por la ayuda que nos han prestado en todo momento para que el Mass sea una realidad. Pero también queremos poner énfasis en que este proyecto no está terminado y que precisamos la ayuda de todos, ya que solo con las aportaciones de los mayordomos no podemos finalizar este ambicioso proyecto que vendrá a engrandecer la ciudad».
La anécdota de la jornada se produjo en el taller de bordados cuando la consejera fue invitada a dar una puntada en uno de los estrenos de la próxima Semana Santa. No lo dudó. Se puso el dedal y con aguja e hilo dio una puntada en oro.
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